
miércoles, 24 de diciembre de 2008
EXTRAÑA TRAVESÍA

miércoles, 17 de diciembre de 2008
NÁUFRAGO CON SUERTE

sábado, 13 de diciembre de 2008
INQUIETUD
- Sí, sí lo eres. Habla bajito. Te pueden oir.
- Tengo miedo.
- Estamos aquí por tu culpa, así que cállate.
Cesan los ruidos de picos y palas. Se oyen tres voces, dos hombres y una mujer. No se entiende lo que dicen. Después, se escuchan pasos sobre la gravilla. Se alejan.
- ¿Tú crees que volverán?
- No se sabe. Con ellos nunca se sabe.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
ERA DE ESPERAR

martes, 9 de diciembre de 2008
17 AÑOS (o la herida que no cierra)
Después del ritual sangriento salgo a la calle y de ahí al instituto.
Hoy sí estoy decidido. Seco el sudor de mis manos en las roturas de mis vaqueros y me acerco al pupitre de Lucía, a su pelo suave, a su piel tan lisa que no es real, que es como dibujada. La invitaré al cine. Me acerco sigiloso por detrás y me llega su olor a jabón y a chocolate. Inclino mi cabeza y una brisa cómplice mueve su cabello de ángel dorado, lo acerca a mis labios. Se da la vuelta, y al verme, su cara refleja una mezcla de mofa y asco que no se preocupa por ocultar o reprimir. No puedo respirar. Caigo al vacío, al fondo sin fondo de la oscuridad total.Todo ocurre en cámara lenta y al mismo tiempo a velocidad vertiginosa.Y al final llega el blanco perfecto de la nada, el silencio completo y redondo donde ya no hay dolor. Se acabó, ya no soy, no existo.
Pero algo me succiona y me viene una arcada envuelta en un calor aséptico, como de microondas. Suenan ruiditos metálicos a lo lejos, pero no sé si los oigo o los sueño. Me cuesta abrir los ojos y cuando lo hago percibo una luz fría de hospital. Estoy tumbado en una cama y apenas puedo moverme. Alguien me da la mano. Hay algo más que alivio en la mirada de mi esposa cuando me dice: "Ay Antonio, pero qué susto nos has dado".
viernes, 5 de diciembre de 2008
LA CARTA

Sentada sobre la cama, en el hueco de la palma de la mano izquierda va recogiendo las migas que caen en finas láminas de distintos tamaños. Mientras, Conchita se acomoda el vestido delante del espejo del armario.
-Hay que dar buena impresión, mujer, después de lo bien que se han portado con nosotras. ¡Y tú dudando siempre de aquel hombre tan simpático! ¿tienes la carta?
-Pues claro que sí, mujer, la tengo en el bolso desde el día que llegó. Y deja ya de mirarte al espejo, que te vas a gastar.
Mientras Conchita termina de atusarse el pelo, María mira la baldosa sobre la que se apoya una pata del armario de tres cuerpos. En la forma caprichosa de la mancha, la cara del viejo barbudo que siempre ha visto, parece mostrar ahora un rasgo distinto, tal vez una media sonrisa.
A fin salen de casa y en pocos minutos entran en la sucursal 239 de la Bancamed. Las recibe un hombre grueso que lleva una camisa a rayas tensada al máximo sobre una barriga globo. El hombre las recibe sonriendo y las acompaña a su despacho.
- Buenos días, señoras. ¡Cuánto tiempo sin verlas por aquí!. ¡ Pero qué guapas están! ¡Cada día más jóvenes! ¿va todo bien?
Habla como si realmente le importara la salud de las hermanas, con el tono de voz de un pariente preocupado.
- Buenos días- dice Conchita- estamos bien, gracias. Venimos por la carta. Realmente nos va a venir muy bien ahora que mi hermana y yo volvemos al pueblo.
Le tiende el sobre que saca del bolso y el director saca con cuidado un folleto de su interior. “En Bancamed pensamos en usted” resalta en letras negras sobre un fondo color azul turquesa, el mismo azul de la tapicería de las sillas, de los paneles que separan las mesas y de los bolígrafos. Se ve la foto de la cara de un hombre que sostiene en su mano unos billetes de quinientos euros con los que se tapa medio rostro. Sonríe feliz mostrando una hilera de dientes blanquísimos. La frase “Tenemos 6.000 euros para usted” está impresa en letras grandes sobre la imagen.
-Ah, ¿desean pedir un préstamo? –les dice imitando con su sonrisa al hombre del folleto.
No, no, muchas gracias. Con los 6.000 euros que tienen para nosotras tenemos bastante, contestó Conchita. Estamos muy agradecidas. Ahora podremos arreglar la casa del pueblo y poner camas nuevas. No lo creerá, pero aún dormimos en las mismas de cuando éramos niñas.
jueves, 4 de diciembre de 2008
lunes, 1 de diciembre de 2008
EL VIAJE (la foto es de hoy mismo, el cielo amaneció con nubes inquietas)

martes, 25 de noviembre de 2008
TRISTEZA

MOMENTO DE ÉXTASIS EN UNA TARDE CASI INVERNAL
martes, 18 de noviembre de 2008
PEQUEÑAS MISERIAS
Vivo en el extrarradio de una gran ciudad, en un piso que acabaremos de pagar dentro de nueve años. Tengo un trabajo fijo que me deja las tardes libres para dedicarlas a mis maquetas. Como miembro activo de la asociación de vecinos, puedo afirmar, aun a riesgo de pecar de inmodestia, que buena parte de las iniciativas tomadas para la mejora del barrio han sido propuestas mías, secundadas por una amplia mayoría. Conchita me quiere, yo la quiero y el sexo después de dieciseis años sigue siendo pasable. Soy el rey de las ensaladas, pelo las zanahorias a velocidad de vértigo y mezclo los ingredientes siempre distintos para no adormecer los paladares. Los niños crecen bien, haciéndose a sí mismos las preguntas habituales. Los fines de semana salimos al campo, y si hay suerte y el domingo no pillamos atasco, me da tiempo de tomar unas cervecitas con los colegas en el bar.
Lo sé, como borrador de una vida no está tan mal, pero algo me impide pasarla a limpio.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
AMANTIS

lunes, 10 de noviembre de 2008
LOS QUE NO SOY
ni soplo vida a cucharaditas,
a mi hijo nacido para morir.
Tampoco soy un marinero portugués
con una cicatriz en el ojo,
producto de los celos de una mujer.
No soy un niño palestino
que apedrea tanques israelíes.
Ni fui una prostituta del East End
en el Londres victoriano.
Soy yo y no sé porqué.
Sobrevivo sin saberlo.
Visto mis sueños
y maquillo las ausencias
que solo me duelen a mí.
Llevo en la maleta
los restos de mis naufragios.
Y el color azul solo es
mi forma de ver el azul.
Nunca el azul que vería
el marinero portugués
que pude haber sido.
Vivo la vida metida en mí,
la veo desde mi ventana,
que es capricho de la genética.
Cada mañana
me yergo sobre mis dos pies.
Salgo a mi percepción del mundo.
Con las luces y las sombras
tamizadas por mis visillos.
No ahora, ni hoy,
en este día que amanecí rara,
pero sí me ocurre casi siempre:
me levanto sin conciencia ni nostalgia
de aquellos que no soy.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
EL DENTISTA
lunes, 3 de noviembre de 2008
ONETTI
LOS BESOS
Los había conocido y extrañado de su madre. Besaba en las dos mejillas o en la mano a toda mujer indiferente que le presentaran, había respetado el rito prostibulario que prohibía unir las bocas; novias, mujeres le habían besado con lenguas en la garganta y se habían detenido sabias y escrupulosas para besarle el miembro. Saliva, calor y deslices, como debe ser. Después la sorpresiva entrada de la mujer, desconocida, atravesando la herradura de dolientes, esposa e hijos, amigos llorones suspirantes.Se acercó, impávida, la muy puta, la muy atrevida, para besarle la frialdad de la frente, por encima del borde del ataúd, dejando entre la horizontalidad de las tres arrugas, una pequeña mancha carmín.
miércoles, 29 de octubre de 2008
MI MASCOTA
sábado, 25 de octubre de 2008
EL DIA DE LAS ELECCIONES
¡Guapo! grita una mujer desde una de las primeras filas. Y a ella se unen las voces de otras mujeres que repiten un guapo guapo guapo... que se multiplica por la sala como un eco hasta quedar ahogado por el aplauso final. El candidato intenta frenar la ovación moviendo sus manos arriba y abajo y acercándose al micrófono dispuesto a pronunciar una última frase. Banderas y gorras rojas y blancas, mecheros rojos y blancos, globos rojos y blancos se mueven en un agitado mar bicolor. Ramón esta feliz, los suyos han ganado y se siente por esta vez, parte de la historia. El gentío empieza a salir de forma ordenada del polideportivo. Ramón camina con paso ligero. Pocos metros antes de cruzar la avenida principal siente una pequeña punzada en la boca del estómago y se detiene.Un ligerísimo mareo apunta la aparición de una duda. Detiene sus pasos y espera unos segundos...pero no, no es nada, seguramente algo que habrá comido.
o tal vez
b) Se da cuenta de que no ha cambiado la hora a su reloj y por tanto viendo las cosas desde la perspectiva de una hora antes, el discurso del vencedor le parece lleno de lugares comunes y vulgares mentiras.
c) Como es daltónico, ha confundido el verde con el rojo y en realidad ha escuchado el discurso del candidato perdedor.
d) Cualquier otra cosa.
miércoles, 22 de octubre de 2008
AMOR FUGAZ
martes, 14 de octubre de 2008
19-F

Hace unos años trabajé como jefe de protocolo del Ministerio de Exteriores. La tarde en la que recibimos al embajador de Svequia, hacía un frío polar y en las calles la nieve había dejado un silencio luminoso y una atmósfera diáfana. El embajador llegó puntual y bajó del coche oficial. Iba solo y vestía un abrigo gris de lana y un gorro de piel de zorro. Subió la escalinata con las manos metidas en los bolsillos y espirando nubes de aliento blanco. El Ministro esperaba ante la puerta acristalada y el embajador con una agilidad notable, subió los tres últimos peldaños de la escalinata circular. Ambos se acercaron y se disponían a estrecharse las manos. Entonces lo vi. De la manga derecha del abrigo del embajador, en el lugar en el que debía estar su mano, acerté a ver horrorizado como asomaban los dedos amarillos y huesudos de una pata de gallina.
sábado, 11 de octubre de 2008
LO BLÓGUICO
jueves, 9 de octubre de 2008
DOBLE O MITAD
Regreso a mi mesa. Una luz en una de las esquinas superiores de la pantalla del ordenador parpadea insistente como el llanto de un bebé. Es mi secretaria. Su cara emerge en la pantalla de forma grosera. Díme, le digo. Disculpe, salgo un momento, dice ella.
Regresa el silencio a la calle y vuelvo a la ventana. Se han ido los obreros. Han cerrado la zanja y unas vallas protegen el cemento fresco de las pisadas de algún peatón despistado. Un gato pasa entre los barrotes de la valla con sus lentos pasitos elegantes. Ignora que sus huellas han quedado marcadas para siempre en la espesa sopa de cemento. Lucía, mi secretaria, llama a la puerta y entra con un paquete. Es el regalo de aniversario que ha comprado para que esta noche sorprenda a mi mujer.
sábado, 4 de octubre de 2008
EL DRAMA DE RODRIGO
miércoles, 1 de octubre de 2008
POST-PRAGA



sábado, 27 de septiembre de 2008
PRAGA
La idea es subir y bajar de los tranvías sin un destino determinado, patearnos el casco antiguo y sentarnos a beber la que dicen que es la mejor y más alcohólica cerveza del mundo. A ver si nos dejan.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
SOLEDAD
sábado, 20 de septiembre de 2008
EL INFIERNO
Cuerpos de Levy es el nombre de la espeluznante enfermedad degenerativa que sufre mi madre y que le provoca alucinaciones, invalidez y deterioro cognitivo. Cuerpos de Levy es un exprimidor de cerebros que exprime el cerebro de mi madre como si se tratara de una media naranja jugosa. En el zumo que obtiene de él se va llevando su autonomía y su percepción del mundo, su memoria y su cordura.
Apenas oye ni ve, pero a su vista y su oído no les ocurre nada.En la biblioteca de su cerebro están todos los libros, los mismos que tuvo siempre.Pero ahora no llega a ellos. Ahora es una biblioteca oscura y delirante.La enciclopedia tiene las entradas cambiadas y en el tomo de la A salen las palabras pedicura o zancadilla. A veces un golpe de viento abre el libro maldito, el de ilustraciones terroríficas que la arrastan al pozo del terror universal. Nosotros desde la boca del pozo la llamamos y estiramos los brazos en un esfuerzo inútil. Como inútil es que alguien viva en ese torbellino de espanto hasta que el cuerpo aguante. Es abominable que se niegue a un ser humano el trato que le daríamos a un perro, al que un veterinario compasivo hace tiempo hubiera ayudado a morir.
Si nos espera un ejército de ginecólogos, comadronas y pediatras al llegar, alguien debería ocuparse de facilitarnos el tramo final del trayecto. Aunque sea con la ayuda de unos forceps.
miércoles, 17 de septiembre de 2008

.
Hoy os rescato de la memoria.
A los muertos por atracón de vida.
A los entregados a la Dama como amantes.
A los cuerpos mutilados por células insurrectas,
robados a mordiscos en hospitales.
A los seducidos con cantos de sirena.
Al que contempló por última vez,
el mundo desde un quinto piso.
Muerte traidora y cobarde.
Cazadora solitaria.
Capitana de las sardinas.
Oculta detrás de una curva
para sorprender al ingenuo borracho.
A vosotros, amigos muertos, que también erais yo misma,
y en vuestros rostros blancos de cera ví mi cara y me asusté.
Ahora duermo el sueño de los niños y de los locos,
como si mi número no rodara también dentro de la bolsa,
y el mañana estuviera garantizado.
Nunca más, es demasiado tiempo.
Si en otros descubro caras y gestos que os eran propios,
en agradable amnesia corro a abrazaros, amigos, amigos míos…
y en muda tristeza, abrazo el aire.
Esta tarde, como araña solitaria,
lo que no aplasta el olvido teje tela delicada,
ligera baba de buey lanzada al aire
y atrapada entre mis cabellos.
Sobrevivo, sí.
A menudo sueño, río y saboreo
la sandía dulce y fresca de la vida,
sin medir vuestras ausencias.
Hoy no.
Hoy como hormiguitas, con vuestras patitas negras,
habéis trazado conmigo, frágiles caravanas de palabras,
inventario de añoranzas que dormitan en baúles.
Finalmente, llega el aire de la noche,
y os barre bajo la alfombra.
Los vacíos se disfrazan,
y el mundo sigue girando
viernes, 12 de septiembre de 2008
LA BUENA SUERTE
miércoles, 3 de septiembre de 2008
EN BUENA COMPAÑÍA
Llega sola y sin veneno.
Es pena de algodón.
Suave y acogedora,
confortable y segura como mi propio olor.
Las lágrimas recorren pasajes internos.
Y en su lento discurrir
nacen pequeños lagos de balsámica aflicción.
No salgo a ningún encuentro.
Ni pronuncio nombre ajeno.
Me basto sola, solita
con mi media ración de melancolía.
Mi cuerpo de arena caliente
se cubre de algas mullidas.
Son harapos que me arropan
llegados de fondos marinos
sin encontrar resistencia.
Me entrego al desconsuelo
como a un dulce y viejo amor.
Que no estoy para bautizos,
ni fuegos artificiales
ni paseos bajo el sol.
Incapaz de otra fragancia,
descartado otro sabor,
hoy la tristeza solo es
una versión de mi misma,
pero mejor.