jueves, 26 de abril de 2012

LA HISTORIA DE MIS VIDAS

Cuando despierto, el dial frenético de una radio mal sintonizada empieza la búsqueda y buceo entre olores y sonidos hasta que me encuentro. Hoy soy Eulalia, tengo tres hijos y mi marido murió hace dos años. En realidad vive, pero no para sus hijos, no para mí. No hay orden ni periodicidad, puedo ser Eulalia tres semanas seguidas o alternar pivotando de Luis a Ángeles durante todo un mes. Despertar en vidas distintas es, más que cualquier otra cosa, una tarea agotadora, acentuada por la imposibilidad de prever a cuál de mis tres vidas me escupirá ese día el sueño. Mañana tengo dentista, no tiene sentido en el tiempo, mañana puede ser en una semana, en un mes, o en un año. Y lo que viene mañana, en mi mañana, es siempre un enigma. Como Luis, soy oficinista y mi mujer está embarazada de mi primer hijo, como Ángeles, soy pintora lesbiana y vivo a caballo entre Formentera y Londres. En tres libretitas que guardo en las mesillas de noche, repaso los esquemas de mis tres vidas. Esta mañana, todo ha sido distinto: un inédito silbido de tren me ha despertado. Y un olor a sangre, crudo y dulzón, ha acompañado al vértigo de la irrupción a mi cuarta vida.

lunes, 16 de abril de 2012

LAS ASIGNATURAS PENDIENTES

Cargo con dos asignaturas suspendidas desde tercero. Se me han atravesado como un hueso de pollo, como dos huesos de pollo que me impiden seguir con el resto de la comida sin atragantarme. No veo la forma de librarme de ellas, de dejarlas atrás. He hablado con los profesores, les he pedido un rasgo de clemencia, que me dejen preparar trabajos para evitar el blanco o negro de los exámenes.
Pero siempre sale negro. Y sigue el escollo en el camino, dos mojones que abandonan el arcén y se colocan delante de mí, torres equidistantes, justo en medio de la carretera. Y yo, como ratón en el laberinto, los rodeo por un lado y por el otro mientras busco la forma de avanzar.
Así, y casi una vez por semana, el sueño se repite, con muy pocas variantes, desde hace años. No sé qué estudio, ni las materias que se me resisten, pero en el tiempo persiste, como amenaza latente, la idea de lo inconcluso. Por la mañana me lavo la cara y en el agua fría llega disuelto el alivio de saber la suerte que tengo de seguir de momento aquí, todavía sin aprobar.
(Basado en estrictos hechos reales. Sí, amigos, el sueño se repite y se repite.Y aquí sigo.)

lunes, 2 de abril de 2012

HERMANOS

Tú, hermano, que nunca me engañas, ¿estoy vivo o muerto?
Muerto, hermano, muerto, los vivos no preguntamos.