martes, 25 de noviembre de 2008

MOMENTO DE ÉXTASIS EN UNA TARDE CASI INVERNAL

Abro mi navaja y me acerco sigiloso, midiendo mis pasos para evitar que el ruido me delate. Me ha costado dar con ella pero ahí está, luciendo con orgullo su talle delgado casi oculto bajo el elegante sombrero marrón. Un manantial de sudor frío se va abriendo camino, trazando finos surcos en mis mejillas. Nada podría detener ahora ese goteo incesante de emoción contenida. Pero debo ser diligente si quiero evitar que alguien me descubra. Un corte limpio es el único pensamiento que me acompaña en este instante en el que sólo me preocupa que algo pueda estropear su belleza. Poco a poco acerco el filo de la navaja a su cuerpo, que se separa con delicadeza del pie que la sostiene. La seta de los caballeros reposa ahora espléndida en mi mano. Sin una sola mácula. Es la primera, delicada y hermosa, inaugurando por fin la temporada. Cada año es más difícil hacerse con buenos ejemplares.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Llego la primera, yupi, y me encanta , me ha encantado, ya sé que mi opinión de panoli no vale mucho, pero te lo digo;
me imaginaba una delicada mujer con sombrero o pamela , acechada por un asesino , marido o novio despechado, y resulta que era una seta....
genial, mira , los cuentos tipo-corte me dejan fría pero el tuyo está super bien desarrollado , sorprende de verdad , a mí por lo menos.
Hala, un beso.

Txell Sales dijo...

És genial perquè parl de la sang i els talls sense colors.Molt ben enfilat i cosit Els forats, gairebé absents. Petonassos

Anónimo dijo...

Qué ha pasado con la hermosa poesía llamada tristeza? era muy buena de verdad, sois buena con la poesía, nosé porqué la has quitado.

Anónimo dijo...

en cambio esto es mas normal me gusta más tu poesía

TortugaBoba dijo...

Yo es que no me fío de las setas... Pero el relato, como siempre, me ha encantado.
Beso.

Pedro dijo...

Reconozco mi desconocimiento supino sobre setas, así que, como siempre que desconozco algo, me informo sobre la seta de tan curioso nombre: seta de los caballeros (¿de la tabla redonda?). Y me encuentro con un relato de terror titulado "La rabdomiolisis por setas", en el que se puede leer:

"En los años noventa se produjeron en Francia una serie de episodios esporádicos de cuadros de rabdomiolisis (lesiones de la musculatura estriada), asociados al consumo de determinadas setas. (Más adelante se concreta que se trata, entre otras, de la seta de los caballeros. El comentario es mío.) Al princio no se relacionaron ambas cosas, pero ya en 1998 el equipo del profesor Faverel-Garrigues, del Hospital Pellegrin de Bourdeaux, publicó en una revista francesa los ocho primeros casos de la que sugerían sería una nueva forma de intoxicación por setas: la rabdomiolisis. Este artículo coincidió con una nota breve en Infotox, el boletín de la Société de Toxicologie Clinique, relativa a una “intoxicación colectiva por Tricholoma equestre (Bidaou)”. Refería que de un grupo de diez personas que habían consumido estas setas, tres habían presentado un cuadro de rabdomiolisis, que llevó a la muerte a una de ellas, una mujer que unos años antes había presentado un grave cuadro similar. Curiosamente, la nota aparecida en Infotox sugería una posible confusión con setas del género Cortinarius (Anónimo, 1998)."

Y sigue, conjugando estudios con ratones, aumentos de creatinfosfoquinasa sérica (CPK) y de transaminasas de origen no hepático, dificultades respiratorias (disnea), y signos de insuficiencia cardíaca y algún que otro agonizante que culmina en fiambre.
Rollo duro. He ido al súper y me he traído doce yogures con 0,1 de materia grasa después de mirar si algún estudio los relaciona con la rabdomiolisis. No están muy buenos, pero dan mucha tranquilidad. He escrito a la fábrica proponiendo el nombre "yogur de las damas", pero aún no se han dignado a contestarme, no sé si me habrán pillado la referencia cruzada. Allá ellos.

Araceli Esteves dijo...

REYES me tienes muy mal acostumbrada. No sé qué haré el día que no encuentre un comentario tuyo en una de mis entradas. No fallas ni una. A parte de todas las lindezas que te dices a ti misma, añado que eres un sol.

TXELL, qué t´he de dir: que algú que escriu tan bé com tú, em faci tan bones crítiques, es un autentic regal.

ANONIMO. No fue intencionada la desaparición de la poesía. Nadie me cree, pero en mi ordenador viven unos duendes cuyo sentido del humor no acabo de pillar.

TORTUGA. A mí las setas me encantan pero tampoco las distingo. Gracias por tus visitas.

PEDRO, eres un pozo inagotable de información. Gracias por compartirla.

Miguel Baquero dijo...

Estás sembrada, amiga, los hiperbreves salen de ti como hongos, je je, todos comestibles y buenos. Este me ha gustado mucho, aunque prefiero los que haces en su versión inversa, quiero decir; aquí parece que va a asesinar una mujer y lo que ocurre en realidad es que va a cortar una seta. Me hubiera gustado más, quizás, que pareciera que va a cortar una seta y en realidad asesinase a una mujer. Pero bueno, es un gusto personal y que yo a lo mejor soy un poco... no sé... rarito. Pero aparte de esto, el cuento es muy bueno. Enhorabuena otra vez.

Anónimo dijo...

El ritmo del micro me ha encantado, como todas las cosas que haces, se nota que llevas la poesía muy dentro. Pero sí sabía desde el principio hacia donde iba y ese creo que ha sido el problema, que luego me ha faltado el cadáver encapuchado entre los arbustos. A lo mejor es porque con "pequeñas miserias" has puesto el listón muy alto (yo lo podría en un antología). Un abrazo.

Gemma dijo...

Jaja, Araceli. Muy bien sostenida la intriga hasta el chasco final.

Ante un asesino tan cuidadoso como el tuyo, me he quedado con las ganas de que le cercenara el cuello a la pobre doña Seta de los Caballeros de una santa vez...

Beso (¿duendes, dices?)

Carlos Frontera dijo...

Coincido con Miguel: tal vez hubiera resultado mejor el cuento a la inversa, que diera la impresión de que va a cortar una seta y acabase rebanando un cuello. No sé, el cuento está muy bien llevado, mantienes la tensión desde el inicio, pero hay algunas frases que parecen desemesuradas para cortar una seta (¿exceso de literatura, tal vez?): "Un manantial de sudor frío se va abriendo camino, trazando finos surcos en mis mejillas" (nadie suda así por cortar una seta), "solo me preocupa que algo pueda estropear su belleza" (al solo le falta un acento, pero yendo a lo importante, no creo que a nadie le preocupe estropear la belleza de una seta hasta tal punto).
Por eso creo que si se habla de manera seca e impersonal sobre el hecho de cortar una seta para al final acabar descubriendo que ha cortado el cuello de una mujer (o de un hombre), el impacto sería mayor y no desentonaría el lenguaje seco; al contrario, la frialdad del asesino lo haría parecer incluso más terrible.
Pero esto es una impresión personal.

Araceli Esteves dijo...

Gracias MIGUEL, VIAJERO, creo que intentaré la versión al revés. A ver que sale... MEGA, CA gracias también por vuestras aportaciones. Os agradezco a todos el tiempo que os tomais en leer mis textos y comentarlos.Todavía alucino con el hecho de que gente que no conozco se tome el trabajo de leerme y además dejar sus comentarios.

Pedro dijo...

Gramático tiene que disentir: el adverbio "solo" en "solo me preocupa que algo pueda estropear su belleza" no lleva tilde (que no acento). Esto ha sido así por generaciones, ciertamente, pero un buen día los académicos -que en contra de lo que parece, son personas a ratos casquivanas, de juicio confundido- quisieron poner un poco de vidilla en la Ortografía y sacaron a la luz una extraña norma según la cual ya no se escribe con tilde siempre "solo" cuando es adverbio (y equivale, por tanto, a "solamente"), a diferencia del "solo" adjetivo que no lo lleva nunca, sino que ha de colocarse la tal tilde solo cuando cabe la posibilidad de confusión entre el uso adverbial y el adjetival, y en tal caso -como antaño- la tilde marca al adverbio. La aparente confusión quizás se despeja con un ejemplo (dos): en la frase que nos ocupa, "solo me preocupa que algo pueda estropear su belleza", no cabe confusión ninguna, "solo" es aquí un adverbio y en ningún caso podría interpretarse -ni siquiera siendo académico- como un adjetivo. No ha de escribirse tilde. En otra frase como "Voy a estar solo el fin de semana", a nadie se le escapa el doble sentido: ¿voy a estar sin compañía el fin de semana?, ¿voy a estar solamente el fin de semana? Para salvarnos de la duda correosa (que no tiene nada que ver con "corroer", que es lo que parece que suelen hacer las dudas, pero lo veo más adecuado para adjetivar una duda: algo que se estira y se dobla sin romperse, como una barra de pan humedecida), la Academia nos propone aquí sí, por fin, como en los viejos buenos tiempos, el uso de la tilde salvadora para significar la segunda interpretación.
No diré que esté muy de acuerdo con la norma: obliga al pobre usuario de la lengua a, cada vez que se ve obligado a usar el palabro, dedicarle unos segundos a calibrar la posibilidad -remota o no- de otra imaginable interpretación: yo lo veo blanco, de hecho es blanco, pero, ¿podría acaso ser negro? ¿Qué pasa si apagamos la luz? Pues eso: que con la luz apagada uno se queda un poco más solo y en cualquier caso sin tilde. La ortografía.

TortugaBoba dijo...

Pedro,
Gramaticalmente como bien dices uno puede optar por poner o no la tilde, en el "solo". Pero yo pregunto: si el autor se decide a poner la tilde en algunos casos, ¿no debería ponerla ya para todos, aunque se sobreentienda si es adjetivo o adverbio?
Beso.

Araceli Esteves dijo...

Me gustan los debates sobre la ortografía. Os agradezco que me descubrais todos los errores que cometo, reconozco que cuando veo un error, me molesta, pero la ortografía siempre me ha parecido la parte matemática de la literatura y yo siempre he sido de letras, de letras más bien anárquicas.

Pedro dijo...

TORTU, no estoy seguro de entender tu pregunta bien, supongo que te refieres a "coger la costumbre" de poner tilde a "solo" siempre en determinados contextos, donde ya sabemos que puede haber duda de interpretación... A mi modo de ver, ahí reside precisamente el problema de esta norma "asegún": que no se puede generalizar su uso, sino que depende siempre del contexto. Es algo que la Academia también reserva al caso de "este/éste". Antes, cuando era adjetivo no se acentuaba, como pronombre sí; ahora solo se acentúa si hay lugar a confusión (lo que no pasa prácticamente jamás). Lo molesto es que se ha modificado una norma que funcionaba y no causaba ningún problema, y ahora tenemos otra que solo causa confusión. En fin, yo diría que, en caso de duda, mantener la norma antigua, al menos era una norma y se sigue aplicando -sobre todo por desconocimiento- en infinidad de ámbitos.

Por eso, ARACELI, no me parece acertado que hables de "los errores que cometes". Existen ciertamente normas que habría que conocer y cumplir, pero los seres humanos distamos mucho de ser máquinos perfectos que, a veces incluso nos negamos a ser perfectos para permitirnos un resto de imperfectiva humanidad.

TortugaBoba dijo...

Yo es que soy muy de tildes Pedro, ahora que lo pienso no sé por qué...
Beso.