viernes, 30 de enero de 2009

MAL DE AMORES

Cansado de sufrir las inclemencias de tantos amores no correspondidos, Cayetano consultó a videntes, astrólogos y alcahuetas. Recibió consejos para elevar el espíritu y contrarrestar un corazón demasiado permeable a las emociones, probó cuantas pócimas le aconsejaron y hasta realizó el ritual de los nueve clavos. Nada funcionó. Agotado por la sobredosis de tragedia amorosa, se puso en manos de un médico suizo que le aseguró que conocía un remedio infalible. Murió en la mesa de operaciones. El cirujano tuvo que reconocer ante la evidencia, que extirparle el corazón tampoco había sido la mejor opción.

28 comentarios:

TortugaBoba dijo...

Qué malos ratos da el corazón. Qué musculo más engorroso en algunos casos. ¿No tener corazón para no sufrir por amor? Entonces, uno está muerto, supongo.
Beso.

Anónimo dijo...

Resultó peor el remedio que la
enfermedad.
Otra de tus joyas, Araceli

Txell Sales dijo...

És brutal. Aleshores hem d'acceptar que el patiment és inherent a lésser humà?

Gemma dijo...

Al menos dio el cirujano con la causa... O extirparle el corazón, o dejar que el inclemente paso del tiempo actuase. No se me ocurre otra solución para su dolencia.

strongboli dijo...

Jo, ELPA... Como siempre, directo a la yugular. Seguro que al médico sólo le supo mal fallar en su diagnóstico, y luego el corporativismo que tiene el ramo le taparía el error.

Anónimo dijo...

y pensar que hay otros que salen a la calle con dos corazones, y otros que lo hacen con uno en la palma de la mano, haciendo equilibrios insensatos para no estrujarlo con un movimiento reflejo.

Bárbara dijo...

Iba a decir que se puede vivir sin casi todo menos sin corazón, pero hasta eso es mentira, hoy en día la ciencia ha conseguido que incluso eso sea posible.
Siempre asestando golpes finales, Araceli....
(Se te escapó una s en extirpar, aunque puede que venga de estirpe, de quitarle a uno sus raíces con el corazón, quién sabe...)

Recomenzar dijo...

Felicitaciones por el enfoque que le das a tu blog
Besos con alas para VOS

Araceli Esteves dijo...

TORTU. Es verdad que es un engorro en muchas ocasiones, pero ahí sigue con su badabúm, badabúm.

Pues sí BB, fue cortar por lo sano.

TXELL, I tant, ademés si no haguès patiment, no existiría plaer perque no s´entén un sense l´altre.

Sí MEGA, en realidad le solucionó el problema. El método era infalible tal como dijo.

Es verdad LLORENÇ, ya sabes que los médicos nunca cometen errores.No existe la mala praxis porque enseguida te dicen que entrar en un quirófano ya es un riesgo. Para curarse en salud, te hacen firmar un documento en el que pone todo lo que te puede pasar si te sometes a una intervención.Morirte también está en la lista. Menudos listillos...

Araceli Esteves dijo...

CA Curiosa reflexión.

BÁRBARA. Gracias por avisarme de la falta que he corrido rauda a corregir. Es curioso, hay errores que tienen la capacidad de volverse invisibles, por mucho que leas un texto, pasas por encima y no te enteras.

RECOMENZAR. Gracias y bienvenida.

Anónimo dijo...

Aunque la última no me quedo sin aplaudirte , los textos donde salen corazones siempre me emocionan , aunque sean como en este caso , para extirparlos como si amígdalas fueran.
Por cierto, cuál es el ritual de los 9 clavos?
Una versión sangrante de los 9 pasos?
Jeje.
Es genial.
Besos.

Miguel Baquero dijo...

Yo también quiero conocer eso de los nueve clavos. Si no es indiscreción. Un abrazo

NáN dijo...

Dice el refrán: "mal de amores, consuelo de ruiseñores".

Pobre Cayetano, que hacía caso de todos (no me extraña que a él no se lo hicieran).

En fin, bien contado, Pasado.

Javier Puche dijo...

Uno lee para le que lo sacudan, y tu narración es contundente como un puñetazo, Araceli.
Un abrazo.

Terapia de piso dijo...

Así de raíz.

José Roberto Coppola

Araceli Esteves dijo...

Que no, REYES, que aquí nunca se llega tarde. Es la ventaja de los blogs, que funcionan las 24 horas.Gracias por tu comentario, corassón.

Vale, MIGUEL, os lo voy a contar: se cogen nueve clavos de olor y se clavan en un limón. Te pones mirando al oeste en una noche de luna llena. Sostienes el limón con ambas manos y lo vas apretando para que se vayan introduciendo los clavos. Y mientras, recitas la siguiente pregaria: "arcángel del amor, guíame con tu sabiduría al lucero de mi amada, que pueda introducirme en su cuerpo como los clavos penetran en el cítrico que sostengo en mis manos, por lo menos nueve veces (es la versión masculina, la femenina es más o menos al revés)

NAN, no conocía el refrán. Me gusta. Es cierto que hacer demasiado caso es el camino más rápido para conseguir el rechazo.

Me alegro de que te haya sacudido, HERMAN, de eso se trataba.

Araceli Esteves dijo...

JOSÉ, te me has colado justo cuando contestaba los comentarios. Pues sí, estas cosas mucho mejor hacerlas de raiz.

Carlos Frontera dijo...

Sigue la cadena de coincidencias: en su día escribí un relato al que titulé como el tuyo: Mal de amores; pero, una vez concluido, algo no me acababa de convencer y cambié el título. Ahora sé el motivo: ese título estaba reservado para este estupendo micro tuyo.

(Mi relato acabó llamándose El amor, efectos secundarios, por si tenías curiosidad en saberlo).

Y mira tú que nadie le advirtió a Cayetano que las penas de amor con otro amor se curan, que un clavo saca a otro clavo... le convendría oír algo de copla a toda esta hueste de videntes, astrólogos, alcahuetas y médicos.

TortugaBoba dijo...

No conocía el ritual de los 9 clavos, gracias por compartir :)
Beso.
P.D. ¿De dónde viene ese conjuro?

Raúl dijo...

A eso lo llamo yo, una terapia agresiva.
De todas formas, y como me compongo a tu personaje como un hombre solitario, reconforta (a los efectos del médico, digo) saber que nadie del entorno del paciente, reclamó la indemnización al seguro profesional de los curapupas.
Araceli, muy bien.

Araceli Esteves dijo...

Ostras VIAJERO, muy bueno tu relato, mucho más currado que el mío por cierto. Pero sin duda, ambos textos tienen cosas en común. En cuanto al título, a mí tampoco me gustaba, pero no se me ocurrió otra alternativa.Tu título también le hubiera ido bien a mi relato. Sin duda nos visita la misma musa, aunque yo creo que pasa más tiempo en tu casa que en la mía. No lo creo, lo sé.

TORTU...lo del conjuro me lo he inventado, pero sí que es verdad que hay un conjuro que se llama el de los siete clavos y es algo que se hace con un limón.

RAÚL has imaginado muy bien. Era un hombre sin familia y el cirujano se libró de la correspondiente denuncia.

Anónimo dijo...

Reyes: Imposible contactarte.
Me encanta lo que escribes.

EL SUEÑO DE GENJI dijo...

Caray con el Suizo y su remedio...Se parecia al Dr. Rosales aquel de la tele de hace muuuuuchooooosss añosssss.

Por cierto, lo que no sabía ese doctor suizo es que a muchos de los que pululan por esta santa casa llamada tierra, el corazón sólo es un mero adorno de cartón piedra, sin función específica.

Gran corto relato amiga, es un placer leerte.

Petons¡¡

Pd: Por cierto en que consiste ese ritual de los 9 clavos??

Anónimo dijo...

GENJI
que ya lo ha explicaooooo ,pero de todos modos aquí la brujilla Araceli dice que se lo ha inventado jajajaja qué imaginación tienes, pillina...
yo ya tenía el limón preparao y me estaba poniendo en posición jajajaja ,bueno,igual lo hago de todos modos y si funciona te lo cuento.
BB
la verdad es que no sé por qué no me puedes contactar , el blog sigue abierto de par en par , para lo que gustes.
Yo pensé que era porque ya no pasabas por allí, ya sabes , a veces alguien viene a leerte y te quiere mucho y deja un comentario cariñoso y ya no vuelve , este mundo bloguero es así.
Mil besos.
Y ya no usurpo más espacio que estoy de prestao.
Araceli eres una crack.
Tas quedao conmigo.
Verás cuando yo te haga creer en el ritual de los siete melones aliñados .
jejeje.
besos.

Anónimo dijo...

Aysss..., con lo fácil que hubiera sido un trasplante. Un corazón de silicona, por ejemplo.
;)
Sobre la foto: no sé si me gusta más el vestido dorado de la abrazadora o el desvestido musculado del abrazador.

Miraré otra vez a ver si me decido.
;)

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

No podemos negar que fue una solució definitiva.

Josué Ramón Ascencio dijo...

Este esta tan loco como yo para buscar una solucion asi, no quiero llegar a eso.

Anónimo dijo...

Me colé para leerte, perdona la intromisiôn, pero no pude evitar escribirte que cômo fue que todos esos agoreros y videntes no vislumbraron tal final.
Y luego dicen que amor nadie se muere...

Saludos