lunes, 16 de abril de 2012

LAS ASIGNATURAS PENDIENTES

Cargo con dos asignaturas suspendidas desde tercero. Se me han atravesado como un hueso de pollo, como dos huesos de pollo que me impiden seguir con el resto de la comida sin atragantarme. No veo la forma de librarme de ellas, de dejarlas atrás. He hablado con los profesores, les he pedido un rasgo de clemencia, que me dejen preparar trabajos para evitar el blanco o negro de los exámenes.
Pero siempre sale negro. Y sigue el escollo en el camino, dos mojones que abandonan el arcén y se colocan delante de mí, torres equidistantes, justo en medio de la carretera. Y yo, como ratón en el laberinto, los rodeo por un lado y por el otro mientras busco la forma de avanzar.
Así, y casi una vez por semana, el sueño se repite, con muy pocas variantes, desde hace años. No sé qué estudio, ni las materias que se me resisten, pero en el tiempo persiste, como amenaza latente, la idea de lo inconcluso. Por la mañana me lavo la cara y en el agua fría llega disuelto el alivio de saber la suerte que tengo de seguir de momento aquí, todavía sin aprobar.
(Basado en estrictos hechos reales. Sí, amigos, el sueño se repite y se repite.Y aquí sigo.)

9 comentarios:

AGUS dijo...

Buf, Araceli, más que un sueño se me antoja una pesadilla. Pero tú dale, ánimo.

Abrazos.

Nicolás Jarque dijo...

De un acto más o menos cotidiano surge toda un relato muy literario gracias a las palabras y formas utilizadas. Me asombra y te felicito.

Me encantó.

Abrazos.

Alejo Z. dijo...

Como soñar con el tic toc del reloj.
Un abrazo

Elysa dijo...

Esto no es un sueño es una autentica pesadilla. Pero bueno como dices sigues aquí.

Besitos

Juan Yanes dijo...

Yo tabién tengo un sueño parecido: tengo que presentarme ante un tribunal, pero no he preparado nada, ni sé de qué me voy a examinar. Es un poco angustioso.

Ya colgué El entramado de la prosapia II... No te lo pierdas.
Besos

Lo Siento por Interrumpir dijo...

Te leo hace unas entradas. Y precisamente hoy me encuentro con este relato, hoy que soñé que no aprobaba la última asignatura de la carrera y que además los profesores se burlaban de mí...

Por la mañana, la idea de lo concluso sí que alivia.

Olga Bernad dijo...

Increíble. Yo sigo soñando que me falta alguna asignatura para acabar la carrera, que me van a examinar ya...¡y no me la sé porque ni siquiera sé qué asignatura es! No tengo temario ni nada, pero tengo examen;-) Parece de risa pero es muy, muy angustioso. Curiosamente es un sueño que nunca tuve antes de acabar la carrera, sino después de licenciarme, y es un sueño recurrente que ya no he dejado de tener. Podíamos formar un club, jejej.
Saludos.

Rosana Lilliputiense dijo...

Comparto sueño, una vez es con asignaturas de EGB, otras de BUP, COU, carrera etc.

A veces me doy cuenta en el sueño de que no puede ser, que yo ya pasé esos exámenes pero ahí siguen sí como los mojones en la carretera.

Has sabido plasmar muy bien en el microrrelato el sueño.

Yo también supongo que por eso sigo aquí.

Javier Ximens dijo...

Me gusta. Seguro que son dos auténticas asignaturas pendientes. Preocupa la lectura del relato porque muchos tenemos esos mojones en el camino. La frase fina en cursiva, si es un juego literario, más aplausos, pues haces creer que todo es verídico. Si no, Araceli, nos alegramos de que estés aquí.