miércoles, 15 de febrero de 2012

ADICCIONES

Hablan y fuman. Ristras de palabras intentan trazar una línea de lenguaje que conecte ambos cuerpos, una cuerda a la que agarrarse. Pero las palabras caen pegadas a la ceniza que se precipita, ahora al suelo, ahora en el cenicero. Sacan más cigarrillos que apuran mientras el aire de la habitación se consume y se llena de un humo denso, narcótico. Las palabras se atropellan… sí, claro, porqué tú…siempre, nunca, adverbios que se encadenan, culebrean en un esfuerzo inútil por atravesar un terreno lleno de bultos de reproches roñosos. No sobrevive el silencio. No lo soportan. Cada vez que se abre una brecha de aire sin palabras, sacan otro cigarrillo y hablan. Todo el tiempo. Desde hace treinta años.

13 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Y llegarán a celebrar las bodas de oro con una fiesta, escapando de nuevo del silencio y del aburrimiento. Pinchazo tras pinchazo, cigarrillo tras cigarrillo, y palabra tras palabras. Tiene un objetivo común, eso es lo que cuenta: narcotizarse, engañarte, vivir un sueño e intentar creerselo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

La textura de azogue de ese trago de rutina y desamor.

Un relato que evoca uno de los mayores fracasos a los que no podemos enfrentar, al no saber decir "hasta aquí".

Gran micro.

Un abrazo, Araceli.

Nicolás Jarque dijo...

Curiosa relación la de estos dos, que hablan o fuman, pero nunca callan. Así mas o menos, son muchas parejas, las que dejan de hacer una cosa u otra, al final puede que se abandonen.

Muy original, me gustó.

Un saludo.

David Moreno dijo...

Adicciones superpuestas, humo, palabras sonoras. Iba a decir que todo en exceso es malo, hasta la falta de silencio o ¿no?

Un saludo indio

Propílogo dijo...

Qué ritmo bestial tiene este micro, Araceli. Bestial. Compañero ideal de una escena atropellada e infructuosa.
Abrazo
Gabriel

Raúl dijo...

Trepidante, como la negrura de sus pulmones.

Lola Sanabria dijo...

Y sobre todo porque en el silencio es cuando, a veces, más se habla.

Abrazos libres de humo.

Elysa dijo...

Buen ritmo tiene este micro para hablar de los que ya no se soportan.

Besitos

AGUS dijo...

Coincido con Gabriel. El ritmo es desalentador, como ese humo que inunda la escena. Brutal.

Abrazos.

manuespada dijo...

El humo es un tercer personaje en este micro de pareja, con toda la simbología que tiene en torno a sí el humo, como cortina, como veneno, como unión. Muy bueno, Araceli.

Flavia Company dijo...

Qué bueno, Araceli. Y qué duro. El humo, qué magnífico símbolo. Me ha gustado mucho.

Juan Yanes dijo...

Qué bueno era fumar. Yo dejé de fumar y ahora muerdo. Me ha encantado. Un abrazo

Enrique dijo...

Y un tópico, que no por manido menos cierto: el silencio es oro.
Y para el estilo de la autora, un homenaje sincero