martes, 26 de julio de 2011

LA DECISIÓN

Camina erguida, sus pasos no pierden la elegancia de un junco pese a llevar varias semanas caminando. Los dos niños, de cabezas enormes y piernas de bambú, la siguen como pollitos enfermos. Caminan sobre una costra de tierra cuarteada. El más pequeño de los niños, Asad, se sienta en el suelo y como si su cabeza pesara demasiado para sostenerla, dobla su espalda hasta que la frente toca el suelo. Visto desde la distancia parece un fruto tropical tostado por el sol. Faadumi lo levanta como si tomara entre sus manos un puñadito de cáscaras de nueces de karité. Con él en brazos siguen caminando unas horas más. Quedan cuatro días de caminata para llegar al campo de refugiados, piensa Faadumi, y como si el pequeño Dalmar leyera su pensamiento y se sintiera incapaz de aguantar tanto, deja de caminar y se pone en cuclillas. Con los dos niños en brazos no podrá avanzar. Faadumi levanta la vista al cielo y llora sin lágrimas por la decisión que habrá de tomar. Se sabe muerta por el puñal de la elección, pero sigue caminando, ahora con uno solo de sus pequeños.


20 comentarios:

Miguel Pasquau dijo...

En el mismo momento en que dos hermanos, en esta orilla, se pelean por el turno en la Wii. En la misma hora en que, en Oslo, alguien acaba con otros ochenta Dalmar para que no vengan más heroínas como Faadumi. Bajo el mismo sol, bajo la misma luna.

Rocío Romero dijo...

Madres.
Durante el tsunami de Tailandia oí la noticia de una madre que tomó una decisión similar mientras el agua los arrastraba, soltó al mayor (creo recordar que de unos 4 o 5 años) para poder sujetarse con el pequeño. Se salvaron los tres, y lloré durante días cada vez que lo comentaba, pero yo aún pienso que me habría ahogado abrazada a ambos.
Perdona la digresión, tu micro me lo ha recordado y no he podido contenerme. Además de la historia me encantaron los detalles como el "puñadito de cáscaras de nueces de karité". Inolvidable, Araceli. Enhorabuena y un abrazo

Maite dijo...

Increíble el escalofrío que haces sentir al lector, con una escritura impecable, digna de una novela, bien podría ser el inicio de un libro, nos dejas con las ganas de saber cómo continúa la vida en estas circunstancias.
A pesar de lo durísimo el relato, me encantó.
Felicidades Araceli.

César Socorro dijo...

Tremendo relato. Tengo dos hijos y no me imagino ante tal dilema.

AGUS dijo...

Brutal. Y sin embargo allí es un drama cotidiano. Impecable. Tono, prosa y actitud.

Abrazos.

Elysa dijo...

Qué puedo decir al leer tus palabras, no expresarían ni de lejos el sufrimiento que tú has descrito.

Rosa dijo...

En el cuerno de Africa hay miles de madres tomando duras decisiones.
El mundo está loco y se está convirtiendo en un sitio muy triste.

Un relato muy duro...

Besos desde el aire

Isabel dijo...

Esos pequeños detalles de los niños, tan bien construidos, hace más llevadera la tragedia de esta madre, que las que lo somos comprendemos desde lo más hondo.

Un gran abrazo y mi admiración.

Celsa Muñiz dijo...

Que gran relato, araceli, tremendo. Y como bien dicen mas arriba, lo bordas con los detalles, tan visuales, terribles.
Que pocas palabras necesitas para mostrar tanto y sacurdirnos la conciencia.
Excelente.

Nieves Martín dijo...

Desgarrador por su realismo, el instinto de la supervivencia, decidir este tipo de cosas para una madre...
que horror... que triste...

Magnifico relato

Patito dijo...

¡Que duro! En un momento bajé la vista del monitor para no seguir leyendo, luego continué y terminó como me temía. ¿Y qué podemos hacer? ¿Qué hacemos con esta información? ¿Dar las gracias por lo que tenemos y vivir más felices, menos quejosos?

Dol dijo...

Impresionante, pero lo peor es que por muy bien que lo hayas escrito tú , en este caso no es ficción.
Un beso.

Raúl dijo...

En fin... precioso, Araceli.

R.A. dijo...

Me estaba yo preguntando cómo escribir un relato sobre estos temas y que removiera sin tirar de recursos fáciles, pero ya lo has hecho tú...y no hay nada más qué decir.

Abrazo

Miguel Baquero dijo...

Estremece tanto por lo bien contado como por pensar que realmente puede ocurrir así, que de hecho está ocurriendo en estos momentos...

Gemma dijo...

Feroz.

Javier Puche dijo...

Nos dejas consternados.

Araceli Esteves dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios. Lo cierto es que el relato surgió de una noticia real. Un médico desplazado a la zona comentó que eran varios los casos de mujeres obligadas a elegir para salvar a uno solo de sus hijos. No puedo imaginar un horror más brutal.

manuespada dijo...

Buff, qué duro. Me ha recordado a la película "La decisión de Sophie", cuando los nazis hacen decidir a la protagonista cuál de sus dos hijos salva de la cámara de gas. Vivir con algo así debe sr insoportable.

Juan Yanes dijo...

Todo esto pasa delante de nuestras narices... La impotencia es un sentimiento terrible. Gracias Araceli, por contar las cosas así.