Desde que se inventaron los transformadores de emociones en energía limpia, en casa no nos falta nada. Con lo que nos dan por la ira que acumula papá, pagamos la gasolina, con la alegría de la pequeña María, nos basta y sobra para sus pañales. Los disgustos de mamá pagan la luz. La aceptación de la abuela, por ser, dicen, de bajo voltaje, no produce nada. Pero nuestra mayor fuente de ingresos es el miedo, ese que por las noches cae sobre mí como un saco de arena roto, que me paraliza y casi me impide respirar. Con él pagamos el alquiler, la comida de todo el mes y los carísimos estudios de Simón.
17 comentarios:
No está mal la idea. Tendrás que patentarla.
El miedo es una emoción que te puede salvar la vida en dosis pequeñas. Pero que te la quita si dejas que se apodere de ti.
Es un micro genial Araceli.
Besos desde el aire
Mira a ver cuánto pagan por la nostalgia. Anda.
Me parece muy acertado el tono casi cómico y el trasfondo dramático de la historia. Una combinación donde siempre hay que hilar muy fino.
Abrazos.
Con cada micro te superas. Este me gusta especialmente, porque incluso crea la ilusión de cambiar hasta ese punto.
Un abrazo.
Lo comentamos hace unos minutos, Araceli, lo asombrosas que son algunas coincidencias. Y si me permites, hay una sobre todas las demás que me atenaza: los dos nos quedamos al final con el miedo. El miedo.
Soberbio micro, como dicen por ahí te superas cada día.
Besos
¡Que bueno, Araceli!
Es cierto que te superas cada día. Una idea muy buena la de vender las emociones. ¿A cuanto se cotizan las rabietas?
Me encantó.
Muy bueno, me ha recordado a Monstruos S.A.
Fantástico transformador de emociones. Deberías patentarlo.
Besos con mucha energía.
Sí, las emociones nos mueven (está en la propia etimología de la palabra).
Besazos,
PABLO GONZ
Felicidades por este fantástico micro. Me ha gustado mucho.
Me gusta leer cosas que me dejen pensando por un largo rato y además que sean bellas así que seguiré viniendo por aquí.
A mi me ha resultado muy agobiante: no se puede describir mejor una situacion que esta a punto de estallar y de llevarlos a todos al desastre (espero que al menos la pequena Maria salga bien parada).
Un saludo.
Junto con el de Jesus-cada uno desde un enfoque- me habéis hecho disfrutar mucho esta semana.Y como señala él: el miedo, el miedo y su poder.
Un abrazo Araceli
Espléndido ese rosario de emociones gobernada como casi siempre por el miedo. Lástima de que a la abuela una vez más la hayamos dejado de lado.
Saludos.
Otrosi; es un cuento espléndido.
Un grato placer leer tus buenas reflexiones.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.
Tras leerlo, no he podido evitar pensar en quién le provocaría tanto miedo a tu personaje: el padre, me he dicho primero, Simón me he dicho después. Sea como fuere, un micro tétrico de los de verdad.
Abrazos
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