domingo, 22 de agosto de 2010

AL LLEGAR LA NOCHE

Nada podrá separarnos, pienso cada vez que nuestros cuerpos se enlazan y el amor se rubrica en un nudo que siempre suena a eterno. Llega la noche, la hora en la que los amantes juntan sus anhelos y nuestro amor queda en suspenso. Separados nuestros cuerpos, exánimes sobre el suelo, quietos sí, aguardan a que el día regrese con su promesa de reencuentro y el pie vuelva a calzarse y se anude el zapato sobre el que se abrocha nuestra pasión.

21 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Espero que ese amor que cuentas se anude con doble lazada. Yo, por si acaso, siempre me descalzo quitándome los zapatos por los talones, para no romper esa magia

Terapia de piso dijo...

La espera inminente.

Saludos.

José Roberto Coppola

Luis dijo...

En la medida de los posible sólo uso bototos, de esos de caña alta, así que quitárselos y ponérselos es toda una ceremonia.
Un abrazo.

PD: Mi afición por los bototos se debe a que practico montañismo, no es que sea neonazi o algo así.

Jesus Esnaola dijo...

Fíjate Araceli que yo, viendo esa habitación desde uno de los lados de la cama, con objetos en ese lado, sólo ocupada esa mesilla, los zapatos, el cordón que se anuda, que es uno pero con dos cabos que se enlazan, pienso en onanismo y en soledad. Y me ha dado mucha tristeza.
Precioso.

Un abrazo.

Araceli Esteves dijo...

No hay doble lazada para los amores, MIGUEL, o aguantan con una sola o nada.

Tampoco está mal esperar, JOSÉ ROBERTO, las esperas son a veces, la sal de la vida. Ya te echaba de menos.

Qué gracia eso de los bototos, LUIS, ya te imagino de montañero.

Araceli Esteves dijo...

JESUS, eres muy observador, y tu lectura me gusta mucho.

Anónimo dijo...

Lo maravilloso es ver cada palabra -por anodina que parezca- en su lugar exacto para formar un cuadro costumbrista posmoderno.
Txell Sales

NáN dijo...

La emoción de/por/en los objetos. ¿Será compartida fielmente? ¿Temerán por tus pies descalzos?

Un alto vuelo para lo que va tan abajo, Araceli.

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Me recuerda a aquella pelicula romantica de los 80, "Lady Halcon", pero en version a ras de suelo, nunca mejor dicho. Al final, la paciente espera mientras los demas disfrutan acaba teniendo su compensacion. En el fondo es un relato muy tierno, porque todo el mundo tiene derecho a enamorarse.
Un saludo

Isabel dijo...

El título se une perfecto a la primera oración en ese deseo innato, para luego despertarse a la realidad del día a día donde los sueños quedan en suspenso.
Muy logrado, Araceli, me gusta mucho.

Besos

¡Qué suelo más bonito!

Araceli Esteves dijo...

Vaya lujo de comentario, TXELL...

Siempre he pensado, NáN, que los objetos retienen muchos secretos y en general están infravalorados.

Pues claro que sí, ANTONIO, todo el mundo tiene derecho a enamorarse, hasta de uno mismo.

Gracias, ISABEL, y sí, el suelo es precioso.

BB dijo...

A mí me entristece este relato.
Lo que percibo es un amor platónico, sin esperanza de ser
cosumado. Me identifico con Jesús. Una especie de soledad compartida.
Besos
BB

Olga Bernad dijo...

Ver (y hacer ver) en los gestos cotidianos pequeñas historias de amor tiene mucho mérito. Sin embargo, comparto la tristeza de BB y Jesús, también me ha dejado ese halo de amor platónico o imposible continuamente reescrito en cada cosa, algo de onanismo melancólico y soledad.
Es muy sugerente.
Un abrazo.

Araceli Esteves dijo...

Sí que es triste, BB, como todos los amores.

OLGA, qué alegría verte de nuevo por aquí. Sí que hay algo de tristeza, sí. No puedo imaginar un amor que no la tenga.

Manu Espada dijo...

Siempre me ha parecido que los zapatos son como las parejas, tan juntos y tan distantes a la vez. Lo que no entiendo es por qué usamos zapatos iguales, tendría más color llevar un zapato de un modelo en un pie y otro zapato diferente (en forma y color) en el otro, incluso convinar una playera con una bota.

Araceli Esteves dijo...

MANU, tal vez lo que propones produciría una esquizofrenia difícil de llevar.

Gemma dijo...

Coincido con la enorme inquietud que provoca tu texto y que han destacado los demás. Tu micro empieza con la expresión de un deseo que nos pone sobre aviso: en adelante, y pese a su cumplimiento momentáneo, el lector no va a poder dejar de pensar en la amenaza que se cierne sobre tu personaje...

Casi resulta un micro de terror.
Un abrazo fuerte

Pantha dijo...

El amor siempre es eterno, mientras dura.

Araceli Esteves dijo...

Algo terrorífico sí, GEMMA, por la condena diaria que supone la nocturna separación.

Ciertamente, PANTHA.

Manu Espada dijo...

Quise decir "combinar", como los calcetines de los payasos.

savi dijo...

m'agrada la expresió "quietos sí"