Ya veremos, le dice la Sra Encarna a Puri cada vez que ésta
le pregunta por la continuidad de su trabajo, si cuenta con ella para la semana
siguiente. Con esto de la crisis,dice la
Sra Encarna mientras se desplaza con movimientos torpes por la casa, no sé si
me llegará el dinero. Puri se ocupa de la limpieza, de la compra, de la cocina.
Ya veremos, dice la Sra Encarna antes de acostarse, antes de tumbarse sobre el
colchón bajo el que guarda bien ordenados y en montones esquidistantes, todos
los fajos de billetes que le sobrevivirán y que gastará su sobrino en una casa,
un coche y una Harley para recorrer mundo.
¡Qué bueno, Araceli! Pienso en Puri y deseo que acabe encontrando la fortuna debajo del colchón. También me llevas a pensar en todas esas Encarnis que se pelean por ser las más ricas del cementerio.
8 comentarios:
Un reflejo de la vida en muchas casa. Un abrazo
Tenían que crecer árboles de cada montoncito de dinero escondido, camuflado, oculto. Árboles que dieran frutos envenenados.
Besos desde el aire
¡Qué bueno, Araceli! Pienso en Puri y deseo que acabe encontrando la fortuna debajo del colchón. También me llevas a pensar en todas esas Encarnis que se pelean por ser las más ricas del cementerio.
Un abrazo,
Muy bueno, Araceli, yo conozco a más de uno con ese tipo de avaricia, y los aún peores, que es avaro hasta para él.
Ese "ya veremos" me recuerda a tiempos pasados que creía olvidados. Abrazos.
Y sin embargo, está cantado lo que ocurrirá con su dinero. La avaricia sin sentido.
doble de abrazos.
Y es verdad que vemos casos así.
Un acierto, Araceli.
Besos.
Un personaje, el de doña Encarna, muy barojiano.
Publicar un comentario