Por favor, coja número y espere. Me siento en la única silla desocupada. Enrollo y desenrollo el número 93 haciendo un canutillo cada vez más apretado, la pantalla electrónica salta al número 27. Cambian las unidades y las decenas, algunos números quedan atascados largos minutos, pero no tengo prisa. Llega mi turno. Después de grabar los datos y pagar mi dispositivo UST, vuelvo a casa. Tomo una cena frugal, inserto el UST en mi RB2 y me dispongo a disfrutar del sueño recién comprado. Pocos segundos después de apoyar la cabeza en la almohada, me quedo intensamente dormido. Las imágenes llegan puntuales como prometía la publicidad del producto. Todo es tal como lo imaginé, como conseguí describirlo. Y ya por fin la tengo delante. A ella, mi amada, distante y hermosa, moviendo sus labios asalmonados que imagino rellenos de pulpa de fresa, suave y jugosa. Me habla a mí, me mira con estudiada coquetería. Mi corazón aletea ingrávido. Por favor, coja número y espere, dice la mujer de mi sueño.
domingo, 2 de octubre de 2011
LA MUJER DE MI SUEÑO
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13 comentarios:
Jajaja, pobre. Un sueño con parquímetro.
Me ha gustado mucho.
Besos desde el aire
seguro que era la de sus sueños y no la de sus pesadillas?? muy bueno
saludillos
Jaja; menudo chasco, Araceli.
La mujer de sus sueños resultó ser demasiado enlatada...
Besos!
Me ha gustado mucho, Araceli. También la nueva foto que te has puesto. Siempre es un gusto pasarse por aquí y echo de menos que no escribas con la asiduidad de antes. Un abrazo, de verdad, muy grande
Un texto fantástico en todas sus acepciones. El final me encanta, con que sutilidad nos rompes la cintura. A nosotros y al protagonista.
Abrazos.
Muy original este relato de sueños comprados. Quizás en poco tiempo pasé de ficción a realidad, tal como avanza el mundo.
Un saludo.
jajaja que muero de la risa, estaba todo tan expectante ante la posibilidad del amor de sus sueños y... jajaja que me he reído mucho.
Ante la posibilidad de poder comprar tus sueños ¿qué comprarías? ¿qué compraría yo?
Qué bucle más hermoso y desolador, desolador y hermoso, hermoso y ...
¡Vaya! que triste, comprar sueños para ver a la mujer de sus sueños y cuando ya los tiene: Por favor, coja su número y espere...
Muy bien contado, Aaraceli.
Besitos
Yo soy un experto en hacer colas y enrrollar el numerito, como cuentas en la historia y luego perderlo y llevar periódico y novelas para entretenerme... Pero ¿cómo dices que se llama el artilugio ese?
Al final la realidad virtual no llega a la altura de la realidad real, pero siempre nos quedará la realidad fantástica de la Literatura, que proporciona placer verdadero, como este microrrelato que acabo de leer, Araceli.
Te he visto de casualidad, comentando en otra página, y me he venido hasta aquí porque el título de tu blog me ha resultado especialmente sugerente. Y es que, un día ya lejano, anoté en mi prontuario que "el destino es la consecuencia de nuestro pasado, que nos sigue por delante".
Seguro ambos sabemos de lo que hablamos, ¿no te parece?
Un beso, Araceli. Y feliz domingo.
Me encanta este micro Araceli porque de una manera curiosa me provoca una sonrisa y a la vez me angustia. Y el protagonista me mueve a ternura...es como un protagonista del Roto o de Gila.
Un abrazo
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