Rogelio de Egusquiza (1845-1915).
En el tanatorio nadie se percata del cambio. Mis suegros y cuñados, llevados por la aflicción, no reparan en unas facciones que la muerte despersonaliza y que yo he maquillado con precisión de cincel, en busca del mayor parecido con el original. Enterrada la copia, vuelvo a tener entre mis brazos el cuerpo frío de mi mujer. El aire helado de la noche acompaña mis pasos sobre la gravilla, mientras la arrastro a nuestro nuevo hogar. Las copas de los altos cipreses nos verán al fin pudrirnos juntos.
23 comentarios:
Muy, pero que muy Poe, te ha quedado este micro. Así que me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Enterrada la copia. Esa frase vale el micro.
Felicidades.
Gabriel
Lo he leído ya varias veces, y todas veo cosas distintas. Al fin me decido a dejar rastro. Me ha gustado. Tus micros me gustan siempre. Los que se quedan por acá y los que se van al más allá. Abrazos.
"Enterrada la copia, vuelvo a tener entre mis brazos el cuerpo frío de mi mujer". Esto es el corazón del micro.
Mi enhorabuena, Araceli.
PABLO GONZ
Un micro genial, con una temática que me encanta, muy en la línea de los escritores de terror del XIX. Enhorabuena, amiga.
Romanticismo viejo y bueno. Me ha gustado.
Abundo en lo que ya se ha dicho. No sobra ni falta nada. Es lo máximo que se puede pedir a un relato breve... y también a una relación amorosa. Mi enhorabuena.
JESÚS, eso de POE son palabras mayores. Todo un lujo de asociación.
FLAVIA, es finísima la frontera que separa el acá del allá.Ahí es donde me gusta que se muevan mis historias.
GABRIEL, gracias por pasar y dejar huella.
Es muy bueno Araceli, todo está en su justa medida y tiene razón Jesus una piensa en Poe.
Un saludo
PABLO, me llama la atención que casi todos coincidais en ese comentario.
MANU, parece que hay una corriente de unanimidad en lo que comentas.
MIGUEL, es un placer acercarse a ese espíritu del romanticismo, aunque sea levemente.
PEDRO, que no sobre ni falte nada es lo que uno persigue al escribir un microrrelato, pero no estoy tan segura de haberlo conseguido.
Mi enhorabuena, Araceli: a ti por el micro, y al personaje por haber escogido como hace, sin dejarse impresionar lo más mínimo por la aparente condición irreversible de su esposa...
Besos
R.A. ya ves que hoy coincidis todos.
GEMMA, el de este relato es un personaje poco impresionable.
Ya me gustaría a mí, ya, amar y ser amado así. Para no resaltar lo que han dicho los otros, que lo apoyo, me ha impresionado cómo la gente es (somos) ciegos a los cambios verdaderos que suceden.
Abraçet
Inquietante.
Lo cuentas tan bien que he pensado en carne muerta.
Ya ves.
Debe ser por esto por lo que nos llaman "mortales".
Qué miedo .
...
Lo sé, el comentario me está quedando de pena,pero es que este micro , no sé...me ha producido escalofríos.
Como la historia de Anabel Lee.
Es verdad , volvemos a Poe.
Besos.
Hombre NÁN, es un poco excesivo ese amor, yo prefiero dejarlo para la literatura.
REYES, y a mí me acabas de recordar ese ANABEL LEE de Radio futura:
"Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar...."
Es que soy un "pasao de rosca", Araceli.
Ando un poco tarde, pero me pasa lo que a Manu que soy un zumbao por los terrorificos/románticos y tu micro me ha gustado mucho. Vengo de dias de velatorios y aperturas de tumbas sayaguesas, encima. Un saludo
Tampoco está mal pasarse de rosca, NáN, ser un poco excesivo es a veces necesario.
MANUEL IGLESIAS, parece que hay mucha afición al romanticismo terrorífico. Muchos velatorios se juntan en noviembre.
Muy bueno. Yo al protagonista lo veo con los rasgos de Boris Karloff, en blanco y negro, por supuesto.
Me temo que la unica forma de que el amor continue despues de la muerte, es la que tu describes...
Un saludo.
Tu mirada cinematográfica me convence, ANTONIO. Sí tú lo ves así, será.
Un abrazo
Qué bien dominas la ficción.
¡Amén!
Viniendo de ti, todo halago reconforta, amigo RAÚL.
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