En el instante previo a la muerte, Mario se enfrenta al goteo de todos sus descartes, a las oportunidades perdidas. Los que no quiso el azar que él fuera, brotan tras sus ojos cerrados, como esporas sopladas por vientos antiguos.
Un Mario que esta vez sí toma el tren al que llegó tarde, en el que viajaban una Julia a la que nunca besó y tres años de amor culpable. Un Mario que dice que NO a su padre todas las veces que él le habla de las seis generaciones de médicos que configuran su destino. Hijos que no nacen. Un Mario que es músico y otro que es mendigo, el viajante que estudia solfeo y el terrorista que juega al billar. Burbujas de vidas posibles estallan cada vez más débiles y lejanas. Más raras.
Se descosen inocentes decisiones infantiles que escupen posibilidades y determinan senderos.
Hasta que llega la noche en la que su madre no abraza a su padre. Una disputa conyugal tras la que no llega el perdón de la piel y el abandono al infalible lenguaje de los cuerpos.
Y todos los Marios se funden, se entregan a la succión palpitante, al final liberador del fundido a negro.
Este cuento se lo dedico a Nán. Espero que se acuerde del porqué.
28 comentarios:
Araceli, ahí le has dado. Mi puntio débil son las vidas paralelas, los caminos que se bifurcan cada vez que tomamos una u otra decirsió. Me gusta imaginarme viviendo distintas vidas paralelas según que decisión tome o dejé de tomar. Encima tú lo has construido al revés y como una última visión del moribundo Mario con lo cual deja de existir en todos los sentidos en ese último giro final y no era fácil desarrollar una idea así.
Aplausos, ovación. Me ha gustado mucho, mucho.
Un abrazo
Ayer mismo lo comentaba con alguien, ese pensar en que cuando elegimos, si podemos, siempre quedan opciones en el camino...
Qué absurdo me parece ahora, pararse a pensar eso, cuando los caminos se pueden cortar en cualquier instante.
Un abrazo.
Sí, R.A. creo que es un tema que nos seduce a muchos. Me alegro de que te haya gustado.Y suerte en la final.
A veces me gustaría ser más personas, charlar con todas esas que he ido descartando o solamente soñando. Supongo que eso hace única nuestra vida y blablabla, supongo también que esos fantasmas nos acompañan. Fundido en negro. Lo voy a dejar estar.
Inquietante, como siempre, Araceli.
Presumiré de que me hayas dedicado un relato como este, con tanta acción en la inactividad. Tanto sentido del sinsentido. (Tanta cercanía). Ese delicioso fundido a negro cuando toque.
Amarcord, querida.
Cadena de besos
Quizás (u ojalá) sean así nuestros últimos instantes: impactos, ilusiones, desilusiones, fracasos, logros...
Será la prueba de que hemos vivido.
Será la plenitud antes de la liberación del definitivo fundido a negro.
Un aplauso cerrado a tu cuento.
Besos y gracias por tu visita.
Todos somos también esos que nunca fuimos y estuvimos a punto de ser, a veces sólo bastaba con decir sí o no,
Gracias, OLGA. Pequeñas elecciones pueden hacer grandes diferencias.
Recibida la cadena NáN. Fue un placer la dedicatoria. Supongo que lo será también el definitivo fundido a negro.
YBRIS, gracias a ti por la tuya. Un abrazo.
MIGUEL, pone los pelos de punta pensar que todos los que pudimos ser están también en algún lugar.
Está muy bien el micro, Araceli. Allá por el 2008 servidora compuso uno de parecida temática. Te lo copio por si te apetece leerlo: La caída.
Del tuyo me gusta sobre todo la capacidad innegable que tienes para realizar sumarios narrativos sin que la literatura se resienta lo más mínimo.
Un abrazo
Me encantaría leerlo GEMMA, pero no se me abre la página. ¿Hay alguna otra forma de hacerlo?
Ay, perdona; a ver si ahora...
La caída
Ahora sí, GEMMA. Muy bueno, me ha encantado, y sí, la temática es parecida. Todos acabamos tocando piezas parecidas, con nuestros propios acordes.
Al leer este micro me dio le impresión de estar escuchando una canción. Tiene una estética de videoclip a la que le encuentro mucho juego.
Abrazos,
PABLO GONZ
Vaya, PABLO, no se me había ocurrido. Ahora que lo dices...
El cementerio está lleno de muchos que dijeron "y si..."
Un abrazo.
Araceli, este cuento es cuántico , verdad?
..
Besos admirados de todas las Reyes posibles.
Hay tantos cientos de posibles vidas que no fueron, como decisiones que tomamos cuando tuvimos que elegir entre varios caminos diferentes.
Me ha gustado especialmente el final, parece una pelicula acelerada, y me recuerda a la conclusion del descenso al Maelstrom de Poe.
Un saludo.
JESSE, pues sí.
REYES, cuantiquísimo.
Sí, ANTONIO, una película acelerada, tú lo has dicho. Una película que tiene el mismo protagonista pero infinitos argumentos.
El llegar a un cruce de caminos y tener que decidir qué dirección tomar... jodida cuestión.
Los muñequitos me recordaron a los Village People.
Sonrío.
Yo creo, RAÚl, que ni siquiera nos planteamos las cuestiones,no es algo racional ( bueno, a veces sí) Creo que es más bien un algo que nos empuja hacia una dirección.
El guión. ¿ Pero quién lo escribe? Mmmmm...
Muy bueno, Araceli. La imagen de las burbujas de las vidas pasadas es genial.
Mi versión era con hilos que parten de nudos... Más larga y mucho peor.
Saludos
Gabriel
llegamos (mi caso) a una edad en que "lo que pudo haber sido, y no fue" ejerce como un instrumento de tortura. Si no sintiera ese desasosiego me sentiría menos vivo. Muy bueno el micro. Gracias.Un saludo
Es que no hay quien no piense que sus posibilidades han sido mayores que sus logros. Y cuando, al final, se te muestran cual burbujas que se rompen sin poder asirlas, porque ya es tarde, demasiado tarde y no queda otro camino que dejarse succionar por el liberador fundido negro.
Agobiante y magistral relato, chiquilla.
Besos
BB
Me ha gustado mucho. tengo un amigo que dice que deberíamos tener dos vidas. Una la que nos ha tocado vivir y otra la que elijamos. Muy buen micro, Araceli.
Está muy bien el relato (me resisto a llamarle micro, quedamos en que el tamaño no importa, no?) Todas esas posibilidades que uno pudo haber sido, incluso el que lo iguala a la muerte: "el no haber nacido ".
PROPÍLOGO, hilos y nudos, ummmm... suena bien. Me encantaría leerlo.
MANUEL IGLESIAS, ¿Qué haríamos sin esos desasosiegos que nos mantienen vivos?
BB, eso de las posibilidades infinitas llega a marear. Menos mal que el fundido a negro lo resuelve mejor que la Biodramina.
MANU, seguro que si tu amigo tuviera dos vidas, querría tres, o cuatro.
CABETIÁ, claro que sí, llámale como quieras. Lo de que el tamaño no importa siempre fue una leyenda urbana.
Hola Araceli
Vengo de parte de Propílogo, que me ha traído a leer tu micro porque he escrito uno con cierto parecido, menos elaborado, más presente.
Me encanta esta teoría como a Rosana, y sin duda tu micro es buenísimo, ir hacia atrás, unir nacimiento y muerte.
Un abrazo
El mío si quieres leerlo:
http://relatosdeandarporcasa.blogspot.com/2011/01/caminos.html
Vengo de Pirañas. He leído tu relato y aparte de ese sendero de caminos no recorridos me quedo con ese hito que produjo, quizás, su primera bifurcación, esa disputa entre los padres. Me ha encantado "el perdón de la piel y el abandono al infalible lenguaje de los cuerpos", bálsamo que cauteriza las heridas de parejas.
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