martes, 9 de diciembre de 2008

17 AÑOS (o la herida que no cierra)

El espejo me devuelve dos granos más en mi rostro adolescente, violado, roto por decenas de espinillas en distinto grado de evolución. La furia de mis lágrimas resbala sobre suaves colinas duras y dolorosas, de color sandía. Anoche extraje lava blanca de nevados volcanes, sabiendo y sin que me importara, que los profundos cráteres abiertos con violencia, envejecerían conmigo como llaga que nunca cierra. Otras cumbres cuajadas de pus esperan ahora la llegada de mis uñas y mi rabia, perfecta pareja para perpetrar la próxima masacre.
Después del ritual sangriento salgo a la calle y de ahí al instituto.
Hoy sí estoy decidido. Seco el sudor de mis manos en las roturas de mis vaqueros y me acerco al pupitre de Lucía, a su pelo suave, a su piel tan lisa que no es real, que es como dibujada. La invitaré al cine. Me acerco sigiloso por detrás y me llega su olor a jabón y a chocolate. Inclino mi cabeza y una brisa cómplice mueve su cabello de ángel dorado, lo acerca a mis labios. Se da la vuelta, y al verme, su cara refleja una mezcla de mofa y asco que no se preocupa por ocultar o reprimir. No puedo respirar. Caigo al vacío, al fondo sin fondo de la oscuridad total.Todo ocurre en cámara lenta y al mismo tiempo a velocidad vertiginosa.Y al final llega el blanco perfecto de la nada, el silencio completo y redondo donde ya no hay dolor. Se acabó, ya no soy, no existo.
Pero algo me succiona y me viene una arcada envuelta en un calor aséptico, como de microondas. Suenan ruiditos metálicos a lo lejos, pero no sé si los oigo o los sueño. Me cuesta abrir los ojos y cuando lo hago percibo una luz fría de hospital. Estoy tumbado en una cama y apenas puedo moverme. Alguien me da la mano. Hay algo más que alivio en la mirada de mi esposa cuando me dice: "Ay Antonio, pero qué susto nos has dado".

16 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y qué me dices del gustazo que daba vaciar aquellos volcanes, ein?. Llevo algunas marcas que dan fe de aquellos purulentos placeres.
Aysss...

Anónimo dijo...

tiene una fuerza descomunal el relato... te dan ganas de clavar las uñas con fuerza y rascar (hasta se me olvidó que me las mordía). Un abrazo

Bárbara dijo...

Cómo llevas en quilibrio la tensión, Araceli, hasta que realizas, impecable la última pirueta final. ,
Lo de los granos, bueno, dicen que las pieles grasas luego no tienen arrugas.
Besos.

Gemma dijo...

Estupendo flash back de una memoria siempre caprichosa. Me ha gustado el planteamiento, el nudo y el desenlace. ;-)
Otro abrazo

PS: La palabra clave dice que, en realidad, me ha gustado NUCHO

Txell Sales dijo...

És molt bo i està molt ben explicat. Diuen que per Nadal o la nit de cap d'Any és quan hi ha més suïcidis. Esperem que aquest any no hi hagi, doncs, gaires Antoniets. Petó, Antònia ...

Araceli Esteves dijo...

Quería preguntar a los que teneis la amabilidad de pasar por aquí, si queda claro en el relato, que el tal Antonio ( casado y de mediana edad)ha tenido un ataque al corazón o cualquier otra (casi) muerte fulminante y ese momento terrible y previo a la muerte, le viene en forma de pesadilla un flashback de uno de los recuerdos más dolorosos que han quedado incrustados en su memoria. No sé si sería mejor empezar el relato com una frase del tipo: Vuelvo a ser el adolescente... para que quede más claro. Pero igual hacerlo sería considerar estúpido al lector porque ya se sobreentiende, vaya. Gracias de antemano.

Carlos Frontera dijo...

Vaya, Areceli, precisamente iba a comentarte algo que has anticipado en tu respuesta: confieso que he tenido que leer el cuento un par de veces para averiguar qué sucedía, y ahora descubro, con tu comentario, que no tenía nada que ver mi suposición inicial con tu intención.

En una primera lectura, pensé que lo que en principio se suponía que era un adolescente, al final resultaba ser el profesor que flirtea con una alumna (a esta deducción llegué por el final del cuento, pero había muchas piezas sueltas que no lograba encajar).

Luego, en una segunda lectura, sí veo que al hombre le ha ocurrido algo que ha requerido del ingreso hospitalario, y que había experimentado una suerte de flashback. No vi claro que estuviera en el umbral de la muerte, pero ahora que lo mencionas, se me hace evidente en el final del segundo párrafo.

No sé, me ha costado un poco entender la historia, pero eso no es necesariamente malo, ni responsabilidad de la escritora.

Por otro lado, me desconcertó al principio la lectura, puesto que supuse que el cuento estaba narrado por un adolescente y el lenguaje utilizado no me parecía acorde. Si tenemos en cuenta que es un flashback de un adulto, la cosa cambia. Aun así, encuentro el primer párrafo demasiado, no sé cómo decirlo, lírico para tratarse de la descripción de unos granos (eso de "suaves colinas duras y dolorosas", o "lava blanca de nevados volcanes" desentona, en mi opinión).
Me gusta el ritmo del relato, la tensión, pero quizá cambiaría algo de esa descripción inicial de los granos (esto es una apreciación propia, sin más fundamento que lo que acado de comentar sobre el exceso de lirismo).

Pero no tomes esta opinión demasiado en cuenta, los demás parecen haber entendido bien la historia, así que el problema puede estar en mi entendimiento (todos tenemos días malos) o en el cromosoma Y (creo que soy el único comentarista hasta el momento con tal cromosoma).

pd.- curioso: con la explicación de mi malentendimiento, creo que me gusta más el cuento. Me he recordado a uno de Cortázar, cuyo nombre no recuerdo ahora (del cuento, quiero decir), me temo que no voy a tener más remedio que levantarme a buscarlo en la librería.

TortugaBoba dijo...

El texto es verdaderamente intenso. La parte de los granos casi la he sufrido con la descripción, y la de la caída al inconsciente también duele. Muy bien contado.
Sinceramente a la primera no he pillado que fuese un flash back, pero es que lo había leído un poco rápido quizás. Es evidente que hay un suceso grave que hace que el protagonista esté inconsciente, y el comentario de su mujer lo corrobora. Pienso que queda claro, y el volver a leer un pasaje no es signo de que no esté bien explicado.
Un beso.

Anónimo dijo...

Hola, aunque tarde te comento que fui de las primeras en leerte, como siempre, pero que no dejé comentario porque no lo entendí muy bien , y como soy tan asertiva, en lugar de decírtelo, preferí leer a otros lectores que quizá fueran más inteligentes que yo, como en efecto así ocurrió.
Sólo al final lanzas esa pregunta y ya te contesto, porque eres tú quien lo plantea abiertamente;yo no entendí qué pasaba , creí que era un intento de suicidio y ahora porque lo has explicado ya sé que fue un infarto.
No me lo tengas en cuenta, ya sabes de la sequía neuronal de mis últimos tiempos
Besos.

Raúl dijo...

No soy más listo que los demás, pero a mí me ha quedado claro en la primera lectura. Bien explicado, mejor dicho, bien apuntado.
Esos traumas púberes, no acaban de cerrar nunca, pues no pertenecen ni a la infancia, ni a la madurez, sino a esa fase intermedia que podríamos llamar; tierra de nadie.
Interesantisimo.

Bárbara dijo...

A mí también me había quedado claro, no que fuera un infarto, vaya, porque no vivo dentro de tu cabeza (aunque como no baje pronto el euríbor me lo plantearé, jeje) pero sí que había sufrido una indisposición grave y fulminante que lo había llevado al hospital y que el cuento reproducía esos instantes del despertar, entre aturdido y clarividente.
Aunque creo que también es probable interpretarlo como ha apuntado Reyes, un intento de suicidio. Lo que apunta la imaginación desbordade de Viajero, sería la parte de atrás del personaje, el fuera de campo, sí que me lo imagino tratando de superar ese trauma imposible, haciéndose profesor de isntituto y liándose con las alumnas que siempre serán la chica que le rechazó en la adolescencia.

Gemma dijo...

Yo creo que está perfecto tal como aparece. Siendo el adolescente el propio narrador, no veo necesario que tengas que adaptar el estilo de cada fragmento a la edad que corresponda. Digo que no es necesario porque el que recuerda lo hace desde la edad adulta (y casi casi con los pies por delante), aunque también habría servido como recurso posible (aunque, insisto, esa opción sea sólo una posibilidad entre tantas).

Por otro lado, yo lo había entendido así, como un flashback del narrador que ha estado a punto de morir: que sea por infarto, por suicidio o neumonía no me parece lo más relevante. Asimismo, el hecho de que no sea evidente, no creo que sea nada malo; basta con releerlo cuantas veces sea necesario. Eso (para mí) es un mérito, no un demérito. A fn de cuentas, yo entiendo el microrrelato como un texto alusivo y sugerente cuyo sentido debe de completar, la mayor parte de las veces, el lector.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Bueno, yo también llego tarde a tu pregunta. Yo lo entendí a la primera (lista soy, madre...) me di cuenta de que era un recuerdo y que estaba en un hospital. Lo de menos es que fuera un infarto o lo que fuera, eso no es relevante, creo que sólo es un mero vehículo para mostrar un echo de su vida que le dejó una huella profunda. Me gustó.
En cuanto a los peros (bueno, esto no lo preguntas, pero ya puestos te lo digo igual): a mi también me pareció un poco lírico tanto adjetivo en las descripciones del principio, pero no me atreví a decírtelo, pues temía meter la pata. Pero ya sabes, es sólo una opinión muy personal.
Un abrazo.

Miguel Baquero dijo...

Acabo de llegar y a mí sí me pareció entenderlo, no que fuera un infarto sino que le hubiera dado un mareo o algo así. Quizás, sí, convendría aclararlo, o introducir algún detalle, pero quizás no al principio ni al final, a lo mejor decir que con cada espinilla que se explotaba le daba una pequeña puntada de dolor en el pecho. Aunque no sé, igual se hace más lioso.

A mí esto de los microrrelatos me parece que tiene una mecánica propia. Por un lado, no creo que se trate simplemente de plantear una cosa y que el lector averigüe lo que ha pasado, eso sería más bien un jeroglífico, un mero pasatiempo, y no tendría ningún valor. Pero claro, la magia de estos hiperbreves es suscitar la imaginación, dejar un sabor de boca, lanzar una interrogante; su gracia radica en sugerir y no mostrar. O -y esto es lo que a ti se te da muy bien- plantear una situación y en el último renglón mostrar que es irreal, que es distinta a lo que habíamos pensado. Y en este sentido, el elemento sorpresa es fundamental en estos cuentos.

Me parece muy difícil el hiperbreve. Lamento no poder ayudarte con una opinión tajante. Bueno, si acaso decirte que eso de las "roturas" del pantalón no lo he entendido, ¿será "costuras"?

No sé: es muy difícil decir cómo lo haría yo, o cualquiera

Miguel Baquero dijo...

Acabo de llegar y a mí sí me pareció entenderlo, no que fuera un infarto sino que le hubiera dado un mareo o algo así. Quizás, sí, convendría aclararlo, o introducir algún detalle, pero quizás no al principio ni al final, a lo mejor decir que con cada espinilla que se explotaba le daba una pequeña puntada de dolor en el pecho. Aunque no sé, igual se hace más lioso.

A mí esto de los microrrelatos me parece que tiene una mecánica propia. Por un lado, no creo que se trate simplemente de plantear una cosa y que el lector averigüe lo que ha pasado, eso sería más bien un jeroglífico, un mero pasatiempo, y no tendría ningún valor. Pero claro, la magia de estos hiperbreves es suscitar la imaginación, dejar un sabor de boca, lanzar una interrogante; su gracia radica en sugerir y no mostrar. O -y esto es lo que a ti se te da muy bien- plantear una situación y en el último renglón mostrar que es irreal, que es distinta a lo que habíamos pensado. Y en este sentido, el elemento sorpresa es fundamental en estos cuentos.

Me parece muy difícil el hiperbreve. Lamento no poder ayudarte con una opinión tajante. Bueno, si acaso decirte que eso de las "roturas" del pantalón no lo he entendido, ¿será "costuras"?

No sé: es muy difícil decir cómo lo haría yo, o cualquiera

Araceli Esteves dijo...

Os agradezco a todos, los comentarios, sugerencias y sobretodo el tiempo que habeis dedicado a echarme una mano con este relato, que tampoco es gran cosa, dicho sea de paso.
Después de darle algunas vueltas, creo que lo dejaré así, porque me temo que si lo toco, hay muchas posibilidades de que lo deje peor,que ya me conozco, así que nada, así se queda.
Un abrazo a todos.