Dormita la gata Clara,
ajena a desazones
de bípedos sin memoria.
Brotan verdades dolientes
en el muro del sincericidio.
por mares procelosos
no auguran cortes quirúrgicos.
Las manos tiemblan,
y peligra la sutura.
¿Cómo se hará
para coser sentimientos
con finos hilos de plata?
Lo mío son los borrones,
tareas manchadas por la prisa.
Así queda tejida
nuestra manta de retales,
con botones mal cosidos,
y pespuntes irregulares.
Telas burdas,
cosidas a dentelladas
junto a fina seda salvaje,
capricho de señoritos.
Mezcla de licores tan distintos,
cóctel de ambrosía
o incendiario molotov.
15 comentarios:
A ver si leyendote aprendo a coser palabras.
Precioso.
pODRÍAS HABER ENTRADO EN LA antología de los maullidos.
Es muy bonito.
(perdón las mayusculas, no tengo ganas de borrar , aunque esta noche me borraría a mí misma ,pero bueno, qué culpa tienes tú ni la gata ni nadie).
Un beso.
Me gusta esta tela tejida con botones mal cosidos y pespuntes irregulares...
porque no tiene por qué quedar todo perfecto...
y además es imposible, jejeje...
¡Guau!, Digo... ¡miáu!
Retorno desde un mundo sin Internet y me quedo fascinado de verte ta hilandera, y tan canelónica ;-)
Tenía muchas ganas de volver a leerte
SINUOSA: Coser palabras no es difícil, lo difícil es que expresen lo que realmente quieres.Yo lo consigo muy pocas veces.Pero lo sigo intentando.
REYES UVE, borrarse por un tiempo tampoco estaría mal. Que otro apechugue con tu karma. Si sabes de alguien que pueda cargar con el mío por unos cuantos milenios de nada, me avisas.
ISABEL, Uy, no, perfecto a mí nunca me queda nada.
MANU, me has hecho pensar en que los perros gozan de un status que no tienen los gatos.GUAU es una exclamación admirativa, pero MIAU no es nada.
MIGUEL ¿pero es que existe un lugar sin internet?
Qué bonito el contraste entre el sueño tranquilo de la gata Clara y las desazones de los desastrosos bípedos. Ojalá se pudieran coser los sentimientos y que las heridas no volvieran a abrirse. Precioso poema.
Saludos
Me he quedado muda contemplando esa manta de retales y pespuntes irregulares con botones mal cosidos...
Tus poemas de corte críptico, difíciles de entender, me encantan.
Un beso
BB
ANTONIO, creo que si se pudieran coser los sentimientos, iríamos cosidos por todas partes. Pareceríamos Frankensteins.
BB, hasta a mí me parecen difíciles de entender. ¿Pero es que hay alguien que sepa racionalizar sentimientos?
Araceli,... que no sé qué comentario dejar en esta entrada.
Sonrío.
No pasa nada Raúl, siempre me alegro de que te pases por aquí.
Te haces unas preguntas, hija, que paqué. Me digo que no hay respuesta y, luego enseguida, veo que empezaste el texto por la respuesta: "dormita la gata Clara ajena a desazones".
No lo conseguiremos claro.
En todo caso, tus imágenes son potentes y ya veo que todos los reyes vamos desnudos o, como tú lo dices, vestidos desastrosamente para un carnaval con disfraces de pobre, que arrambla con lo que puede.
En todo caso, llegado el momento, ojalá no nos equivoquemos, no lancemos el cóctel de ambrosía y nos bebamos el incendiario molotov. Al tiempo.
Más que poemas, NÁN, me salen estrofas en escopeta. Lo que vivo en estos momentos en lo personal impregna todo lo que escribo, cocino, hablo,como, miro...
Es difícil no equivocarse (algunos venimos con el "equivocador" instalado de serie). Es complicado romper.
Al menos Araceli, hay algo innegable: Clara lo tiene claro.
Que aprendamos, o no, de ello, es otra cosa.
Y ahí está la gata Clara: tan a lo suyo. Los animales suelen transitar por una vida que, de tan apacible, a veces parece ajena; ¡gata vida!
Abrazos
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