martes, 21 de abril de 2009
AMOR EN RED
La conocí en Facebook por un amigo común. Hablando con ella por Messenger intimamos algo más y supe que compartíamos pasión por Cortázar y por el cine francés. Esa misma tarde entramos en Skype y hablamos casi toda la noche. Confesamos temores y confidencias hasta que el alba pintó su llegada en la pared. Enamorado del timbre nasal y penetrante de su voz, me confesé en MySpace. La amaba. La sensualidad del movimiento de sus hombros y la mirada triste y enigmática que descubrí en You Tube encendió un foco de deseo inequívoco y febril. Era la mujer perfecta, lo tenía todo: belleza, inteligencia y sensibilidad. La nuestra fue una gran historia de amor a la que me entregué con vehemencia y sin titubeo. Hasta el día del gran apagón.
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23 comentarios:
Vaya con los cortes de enrgia, eso no deberia ocurrir, jejeje se lee tana actual y probablemente sea cierto jejejeje, besos
Intentaré convertirlo en micro:
La quise tanto por facebook y skype que cuando conseguí verla en directo, sin pixelar, y escucharla sin sin ecos electrónicos, me decepcionó.
Me gustó el relato, Araceli. Un abrazo.
Yo también pensé que el enamoramiento terminaría con el "cara a cara". Pero como siempre, tú te empeñas en armar alguna de las tuyas, jejeje.
Un corte en la conexión, un fallo en la tarifa plana... y adiós a la magia.
Muy bueno
Si es que no hay nada como la realidad. Me ha subyugado eso de "Confesamos temores y confidencias hasta que el alba pintó su llegada en la pared".
Siempre tan fina.
Fino y tan real... Porque, a fin de cuentas, ¿no se comportan igual todos los "apagones"?, ¿los literales y los figurados?
Abrazo gordo
Son los nuevos bares y parques. También, un día, puede dejar de aparecer por allí esa persona. De todas formas a mí esto me da mucho vértigo. La cantidad de cosas que sabe el espacio sobre nosotros.
¿Hasta ese día?
Abrazos muchos.
José Roberto Coppola
Tienes frases de lo más potentes, de lo más convicentes en este texto (Herman ha señalado alguna).
Déjame que te catalogue el micro de hoy, como un divertido juego.
Un amor, apasionado y febril,
que lo apaga un simple corte
de luz...
Me encantó
BB
Bonito relato de soledades y compañías electrónicas. El contacto cibernético nunca sustituirá a la carne. Besos.
Mejor pedirle un cara a cara, y robarle un beso antes de
dejar caer el telôn sin miramientos.
Pero supongo que una vez en la red, te pillaron y te enganchaste como un pez...
Saludos. Un relato, que por lo bien escrito, me atrapô en tu red.
Al menos, por internet podemos echarle la culpa al apagón. En la vida real el apagón también ocurre, y estamos sin cable a que agarrarnos;-)
El apagón es una cosa triste, triste... a veces lo oyes, es un click definitivo. Aunque otras veces es un catacrás de aquí te espero.
Saludos.
Me ha gustado. No conocía tu blog y he llegado al verme enlazada (gracias). Voy a curiosear:-)
JOSUÉ,
lo cierto es que un corte de energía de unos cuantos días acabaría con la sociedad tal y como la entendemos.
JUAN ANTONIO,
Vivimos en la época del simulacro. La realidad es dura muchas veces.
SINUOSA,
Estos ni llegaron al cara a cara, los desechufaron antes.
MIGUEL,
Así es, una magia que sólo funciona si hay corriente eléctrica.
HERMÁN,
Sí, la realidad siempre empeñada en aguarnos la fiesta.
Y tanto MEGA, un apagón es siempre un corte de flujo, del que sea.
AROA, Da pánico ponerse a pensar en eso, pero lo cierto es que estamos controladísimos.
TERAPIA, Exactamente hasta el momento del apagón, ni un segundo más.
RAÚL, un juego basado en hechos reales, desde luego.
BB, Ya ves, hay pasiones que no aguantan un apagón.
Esperemos, MANU, esperemos.
EVA, ni tiempo tuvieron del cara a cara. El apagón los desconectó sin remedio.
Encantada de recibirte OLGA, y es verdad, en la vida real no hay coartada, aunque a veces a uno le gustaría tener el poder de desenchufar, esa facilidad.
Toda relación está condenada a acabar con un apagón, con los plomos fundidos, con una subida de corriente o con picos de tensión; las tecnológicas y las otras.
Hermosa y visual la frase que apunta Herman.
Pero si queda el amor (si queda) en cada uno, el recuerdo triste no se apagará.
Hay una preciosa canción de Moustaki, no tan elaborada como este perfecto texto tuyo, de un amante que deja de tener relación epistolar con su amada cuando el joven cartero, que no tenía más que diecisiete años, muere. ¿Cómo confiar a otro aquellos mensajes?
VIAJERO,lo triste es que el apagón de la relación sea por un fallo tecnológico. Vivimos tan en precario, en el fondo.
NáN, es mucho´más poética la canción, desde luego. Al menos el cartero es humano.
Fantástico. Me has hecho reír porque no me esperaba el final. Es lo que tienen las compañías de electricidad, y ahora cuando llegue "la caló", tú verás con los aires acondicionados, la de amantes que se van a quedar "colgados".
Beso.
No sé qué decir, Araceli y como llego tarde , te diré que me ha gustado mucho.
Aunque tu cuento merezca palabras más intensas.
Un beso.
(Jo també arribo tard)
Jaja, qué bueno... Pero el apagón también podría ser el momento en que por fin conoces en persona a la persona en cuestión. Entonces es cuando se te caen al suelo. A ti, o a la otra persona. O sea, el gran apagón.
Petons.
("Hasta que el alba pintó su llegada en la pared". Preciós, Ara).
TORTU, pues sí, pocos sobreviven al gran apagón. Aquí en Mallorca hubo uno hace unos años y sembró un auténtico caos.
REYES, gracias por pasarte, por leerme. Otro beso.
LLORENÇ, sí,sí... hay muchos tipos de apagones, desde luego, algunos por sobrecarga en la red.
Aun recuerdo el apagón (¿hace unos dos años no?) , aquí en Barcelona. Algo así es capaz de incluso enfriar el amor tan, tan intenso que sienten (y muestran) nuestros vecinos Sarkozy y Carla...Y es que no me puedo aguantar¡¡
Besos amiga.
Muy bueno. Así mismo es. Es el mundo que nos espera y que ya muchos estamos viviendo, porque el que más y el que menos tiene su vida virtual montada y nos influye y nos consume y nos conquista y nos enamora.
Tadeo
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