El maestro zapatero soñó que era una libélula, que soñaba que era un maestro zapatero. La libélula despertó untada en betún y el zapatero desayunó polilla.
És genial. Al final no se sap qui és qui. Em recorda a un conte de Julio Cortázar. El de l'home que sempre va a un aquari i mira el mateix peix i un dia es veu mirant-se a ell mateix. S'ha convertit en peix. Molts petons.
A veces el zapatero y la libélula coinciden sobre la superficie de una charca en su vocación de Hijo con mayúscula: uno con rápidos movimientos, la otra quieta, pero ambos con la misma vocación de emulación.
Me ha recordado, inevitablemente, al sueño de la mariposa de Chaung Tzu:
Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.
Claro que tu micro, con la creatividad que caracteriza, propone otra vuelta de tuerca, al incluir dos personajes soñadores (aplaudo tu ocurrencia, prima). Por cierto, por un momento he llegado a pensar que el micro podía esconder un mensaje político, pero luego me he dicho que no, que si hubieras querido dar un mensaje, lo hubieras hecho de manera más explícita; algo así:
El maestro zapatero soñó que era una mariposa, que soñaba que era un maestro zapatero. La mariposa despertó untada en betún y el zapatero se levantó converido en capullo.
(Que conste que se trata de una rápida asociación de ideas, no de una opinión, no vaya luego alguien a acusarme de esto o de lo otro).
La Reyes soñaba que era una vaca y una vaca soñaba que era una humana triste: reyes despertó con la boca llena de hierba verde y la vaca tecleaba sobre un blog rumiando onzas de chocolate negro. Me ha encantado. Besos de vaca.
¿Dos personajes como dice el viajero? ¿O uno sólo obsesionado con su profesión hasta el punto de soñar con algo o alguien que sueña que es él? Soberbio.
No se os escapa una, amigos.Pues sí,era mi pequeño homenaje al maestro Chaung Tzu. ANTONIO, pasa cuando quieras, será un placer. REYES, eres la monda lironda. MIGUEL, espero que te encuentres, pero celebro que te pareciera hermoso.VIAJERO, eres de lo más ocurrente, me he reído un buen rato con tu versión politizada. Hay que ver lo que da de sí un buen relato (el de Chaung Tzu, claro). Quiero leer más versiones...Buscaré las de José María Merino, gracias FERNANDO por el dato.
También me vino a la cabeza Chaung Tzu, buena variación, al menos de este micro no se han hecho tantas variaciones como las han hecho de el famoso dinosaurio.
Muy metaliterario. Ahora me falta situarme yo en ese círculo... supongo que será cuestión de imaginación. Como siempre, sensacional, hacía mucho que no me dejaba caer por esta cálida tierra. Un abrazo.
Amiga Araceli! tiempo sin visitarte, bueno he estado un poco retirada de internet. Me tienes abandonada en mis Mínimas imperfectas, aunque voy a ver si esta semana actualizo. Te agrego a mis links. Besos!.
El maestro zapatero soñó que era una libélula, que soñaba que era un maestro zapatero. La libélula despertó untada en betún y el zapatero desayunó polilla.
19 comentarios:
¡¡No me hables de polillasssss!! Lo he visto y sentido. ES que no puedo con los insectos...
Besito.
No es, precisamente, un sueño
realizado, no?
Eres única, Araceli
BB
És genial. Al final no se sap qui és qui. Em recorda a un conte de Julio Cortázar. El de l'home que sempre va a un aquari i mira el mateix peix i un dia es veu mirant-se a ell mateix. S'ha convertit en peix. Molts petons.
A veces el zapatero y la libélula coinciden sobre la superficie de una charca en su vocación de Hijo con mayúscula: uno con rápidos movimientos, la otra quieta, pero ambos con la misma vocación de emulación.
Me ha recordado, inevitablemente, al sueño de la mariposa de Chaung Tzu:
Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.
Claro que tu micro, con la creatividad que caracteriza, propone otra vuelta de tuerca, al incluir dos personajes soñadores (aplaudo tu ocurrencia, prima).
Por cierto, por un momento he llegado a pensar que el micro podía esconder un mensaje político, pero luego me he dicho que no, que si hubieras querido dar un mensaje, lo hubieras hecho de manera más explícita; algo así:
El maestro zapatero soñó que era una mariposa, que soñaba que era un maestro zapatero. La mariposa despertó untada en betún y el zapatero se levantó converido en capullo.
(Que conste que se trata de una rápida asociación de ideas, no de una opinión, no vaya luego alguien a acusarme de esto o de lo otro).
Muy Kafkiano.
Surrealista.
Abrazo grande.
José Roberto Coppola
Me he perdido. Pero no importa. No sé por qué, pero "percibo" que es hermoso.
Es bonito, si me dejas me paso por aqui de vez en cuando,
Gracias
La Reyes soñaba que era una vaca y una vaca soñaba que era una humana triste:
reyes despertó con la boca llena de hierba verde y la vaca tecleaba sobre un blog rumiando onzas de chocolate negro.
Me ha encantado.
Besos de vaca.
¿Dos personajes como dice el viajero? ¿O uno sólo obsesionado con su profesión hasta el punto de soñar con algo o alguien que sueña que es él?
Soberbio.
Es una buena variación sobre el cuento de Chaung Tzu. José María Merino tienes algunas más. ¿Las conoces?
Saludos.
Si ja dic jo que és molt millor quedar-se en el somni...
No se os escapa una, amigos.Pues sí,era mi pequeño homenaje al maestro Chaung Tzu. ANTONIO, pasa cuando quieras, será un placer. REYES, eres la monda lironda. MIGUEL, espero que te encuentres, pero celebro que te pareciera hermoso.VIAJERO, eres de lo más ocurrente, me he reído un buen rato con tu versión politizada. Hay que ver lo que da de sí un buen relato (el de Chaung Tzu, claro). Quiero leer más versiones...Buscaré las de José María Merino, gracias FERNANDO por el dato.
También me vino a la cabeza Chaung Tzu, buena variación, al menos de este micro no se han hecho tantas variaciones como las han hecho de el famoso dinosaurio.
Muy metaliterario. Ahora me falta situarme yo en ese círculo... supongo que será cuestión de imaginación. Como siempre, sensacional, hacía mucho que no me dejaba caer por esta cálida tierra. Un abrazo.
¡Ah, el amor loco!
Nos da miedo porque tememos que nos pase precisamente eso.
Muy ocurrente tu variación. Celebro nuestra coincidencia.
Amiga Araceli! tiempo sin visitarte, bueno he estado un poco retirada de internet. Me tienes abandonada en mis Mínimas imperfectas, aunque voy a ver si esta semana actualizo. Te agrego a mis links.
Besos!.
Tu microrrelato me ha fascinado. Chapo, lo has bordado. Te enlazo en mi humilde blog.
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