Mañana viajo a Praga. Solo cuatro días. Pese a que sé que estará invadida por turistas, de los que intentaré diferenciarme de forma algo presuntuosa sintiéndome viajera y separándome del turista homologado, pese a eso digo, se me eriza el vello cuando pienso que voy a conocer la cuna de Kafka y de Rilke.
La idea es subir y bajar de los tranvías sin un destino determinado, patearnos el casco antiguo y sentarnos a beber la que dicen que es la mejor y más alcohólica cerveza del mundo. A ver si nos dejan.
8 comentarios:
ostia que suerteeeeeeeeeee
Te va a encantar,
yo estuve en el 92 , hay un barrio en el que si dejas que te pille ahí el anochecer , te parecerá que van a salir hadas volando por aquellos tejados mágicos .
Ya nos lo contarás.
Es inspirador.
Ah , y no basfemes en el puente aquél sobre el ...(mmm...moldava???)... o tendrás que levantar una estatua en desagravio .
Cómo te envidio.
Un beso.
Que lo disfrutes, guapa, mucha cervecita rica, sí. Besos y gracias por pasarte, Patro.
Joder tía, qué suerte. Tómate una cerveza a la salud de tu blog recién inaugurado. Pásatelo bien. Disfruta de la vida, qué cojones.
Disfruta de ese pasado que te espera. Y cuéntanoslo a la vuelta.
Es una ciudad para disfrutarla. Verás.
La voz de la envidia dice: cagüentó-lo-que-se-menea... y yo que hoy he vuelto al curro...
¡¡ESCRIBE CUANDO LLEGUES!!
Te encantará, seguro.
Aunque me gusten los lugares que visito siempre salgo con la sensación de que no es probable que vuelva, porque quedan tantos sitios nuevos por conocer y descubrir... Y sin embargo, Praga me cautivó tanto que salí con la certeza de que volveré.
Si te apetece leer mis impresiones:
http://carlosjaviergalan.blogspot.com/2007/10/praga.html
Y cuéntanos las tuyas...
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