martes, 2 de septiembre de 2008


Ayer a mi hijo se le escurrió un plato y al romperse
dibujó en el fregadero esta fantástica figura. A veces
ocurre así, las rupturas dejan hermosas imágenes,
de perfil más bello que aquello que tanto protegíamos
pensando que su pérdida nos haría enloqueder.

8 comentarios:

Bárbara dijo...

Qué bonito! Tu hijo va para escultor... Bienvenida a la blogoesfera, verás qué vicio!
Saludos

Araceli Esteves dijo...

Gracias por tu comentario, Bárbara, el primer comentario a mi primera entrada de mi primer blog.En todo caso será el plato el escultor, porque fue él solito el que al romperse, quedó como aparece en la foto. Me encanta la belleza que surge del azar.

Carlos Frontera dijo...

Ten cuidado con esto de los blogs, que engancha. Te lo digo por propia experiencia.
Lo que para otros sería motivo de enojo (la rotura de un plato) te ha servido como excusa para la belleza. Y para la reflexión (aunque no se descarta que hubiera también un enojo previo). Es grato encontrarse con quien mira las cosas de manera distinta.
Saludos.

Administrador dijo...

Saber mirar lo cotidiano tiene mucho mérito. Gracias por la visita y sigue siendo capaz de ver la belleza colipava de un plato roto en el fregadero. Un abrazo, Patro. Muy buen nombre, el de tu blog.

Administrador dijo...

Hola, soy Patricia de nuevo, si te interesa comprar el libro puedes pedirlo en tresrosasamarillas.com, una librería de Madrid especializada en cuento. Los chicos son muy majos y no cobran mucho de los portes. Y si no te convence, gracias de todas formas por el interés. Un abrazo, Patro.

Anónimo dijo...

Impactante la imagen , de verdad.
Sabes qué veo yo??
Un guerrero, con casco o armadura , o algo así.
Qué cosas.
Es verdad que hay q estar atentos a los pasa alrededor y a los rastros que dejan las cosas y personas .
Un besito.

Gemma dijo...

Estupendo plato estrellado, sí señor. Y esa espátula al fondo, de convidado de piedra, le da un toque especial, sin duda. A punto para escurrir el plato frito.

;-P

Saludos, y bienvenida a la blogocosa

Pupila dijo...

Que indo!, hermoso! un retacito cotidiano para recordar, ojalá y todas las madres pensaran así y no le pegaran 4 gritos al niño porque se le partió "la vajilla" jejej
Besitos!